La investigación del equipo médico británico se prolongará durante cinco años, y tiene por objetivo aclarar los mecanismos cerebrales y del sistema nervioso que responden a estímulos dolorosos, prestando especial atención al dolor crónico.

Aunque ya se conocen las áreas del cerebro que reaccionan en esas situaciones, la interacción entre ellas no está clara.Otro de los objetivos del estudio es determinar con mayor precisión el nivel de dolor que experimenta cada persona, ya que al ser una sensación subjetiva, no es fácil medirla.

Para evaluarlo, los investigadores estudiarán la respuesta cerebral y los impulsos nerviosos de los voluntarios que participarán en la investigación, utilizando las más modernas tecnologías de imagen.

El doctor Magdi Hanna, que lidera este trabajo, espera que un conocimiento más amplio sobre el nivel de dolor y las regiones del cerebro y sistema nervioso donde se produce, permita en un futuro desarrollar analgésicos específicos y adaptar mejor sus dosis en cada caso.

Según Hanna, el 60% de las personas que sufren dolor crónico no reciben tratamiento en el Reino Unido, y la mayoría de la población afectada desconoce que reduce la efectividad del sistema inmune y puede causar problemas cardíacos y de presión arterial.

El estudio también analizará las razones por la que los pacientes afectados parecen sufrir una mayor pérdida de tejido cerebral que las personas sanas, para averiguar si también puede tener efectos perjudiciales sobre la cognición.