La ministra holandesa de Finanzas, Anne-Marie Jorritsma, había acusado al Gobierno francés de dificultar la competencia de los mercados energéticos en el exterior y de forzar a las compañías extranjeras abuscar un nexo de unión con el mercado francés con el fin de establecerse allí, según el proyecto de ley que votará el Parlamento galo el próximo otoño.

Gran Bretaña, como Holanda, ha abierto su mercado energético a la competencia exterior de forma rápida, y gran parte de los distribuidores regionales de electricidad del país pertenecen a compañías estadounidenses.

El interés británico en que el Gobierno francés liberalice su mercado reside en que Francia es el nexo de unión entre Gran Bretaña y a península Ibérica, según ha declarado un portavoz del Gobierno británico al periódico "European Voice".