La planta tendrá un coste de 9,43 millones de euros y generará dos megavatios a la hora, lo que permitirá suministrar electricidad a 2.000 hogares, según la información que hoy publica "The Guardian".

Según Amanda Gray, directora de Eccleshall Biomass, la empresa responsable de la construcción de la planta, el proyecto es vital para industria rural de la zona y contribuirá a que el Reino Unido cumpla su objetivo de reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

Esta central emitirá una tonelada menos de este gas a la hora. Además, dicha emisión se contrarrestará gracias a los cultivos herbáceos que se implantarán en la zona para abastecerla de combustible.

Con sólo un 1% de la población mundial, el Reino Unido es responsable de la emisión de un 3% de los gases de efecto invernadero. Las plantas térmicas que utilizan combustibles fósiles son las principales responsables de la emisión de gases de efecto invernadero en aquel país (33%).

El Gobierno británico quiere reducir estas emisiones en un 60% de aquí a 2050 y se propone utilizar energías renovables, como la eólica, la mareomotriz -producida por las mareas- y la biomasa para la generación de electricidad.