A partir de ahora, los datos económicos aportados por estos solicitantes se cotejarán con los que hayan aportado a empresas financieras, para determinar su veracidad. El departamento también hará uso de las últimas tecnologías utilizadas por el sector privado,para detectar los intentos de engaño en las solicitudes realizadas por teléfono.

El anuncio se produce poco después de que el ministro de trabajo David Blunkett, expusiera los ocho puntos en los que se basará su reforma del estado del bienestar y de las pensiones por incapacidad laboral, que se publicarán en breve en un libro verde.

Blunkett considera uno de los puntos claves de esta reforma, las medidas para la reinserción laboral de los perceptores de pensiones por incapacidad y discapacidad que quieran volver a trabajar, sin dejar de prestar asistencia a los que no pueden volver a la vida activa.

La reforma también prevé dotar a los responsables de las oficinas locales de empleo y pensiones de competencias que les permitan establecer acuerdos de cooperación con organizaciones de voluntariado, y desarrollar programas de mentores que favorezcan la vuelta al empleo de las personas que se encuentran en esta situación.

La organización para la ayuda a las personas con discapacidad Leonard Cheshire ha criticado estas medidas, y ha reivindicado un incremento de las pensiones básicas por incapacidad laboral, que garanticen unos ingresos dignos a las personas con discapacidad que dependen económicamente de ellas.