Una de las novedades del plan en este año es la puesta en marcha de un ordenador vectorial 'Cray', de alta potencia, que recibe información meteorológica de todo el mundo, y es capaz de acelerar la obtención de partes de alerta respecto a los orenadores convencionales.

Además, sobre el terreno, entre 10 y 12 rádares detectores de lluvia, distribuidos en el interior y en el litoral de la Península, junto a otro situado en el archipiélago balear, alertarán de la presencia de lluvias desde la Cornisa Cantábrica hasta el Estrecho de Gibraltar.

Junto al macroordenador, situado en la central de Madrid, diez grupos de Predicción y Vigilancia (GPV) distribuidos por toda España, y que ya funcionaron con éxito el pasado año, enviarán partes diaris al Instituto Nacional de Meteorología y a las delegaciones provinciales de Protección Civil, en las que se explicarán las zonas más sensibles a la aparición de tormentas, así como la intensidad de las mismas.

"En caso de una intensa incidencia de las precipitaciones, se emiten informes especiales cada ocho horas, con una especial atención en las últimas horas del día y durante la noche, más propicias a las grandes tormentas", explica un responsable del Servicio de Teledetección del Previmet.

TORMETAS, PERO NO "GOTA FRIA"

La posible incidencia de las lluvias en el mes de septiembre, más habituales en las zonas de costeras que en el interior, no responden a fenómenos de "gota fría", que se generan en los estratos altos de la atmósfera, sino a tormentas fuertes, previstas ya para los primeros días del mes.

Los incendios pueden aumentar la incidencia de las lluvias al calentar la temperatura de las capas bajas de la atmósfera y del mar. El fuego ha quemado desde enero hasta finales de agosto nas 352.000 hectáreas, siete veces más que en el mismo periodo del año pasado, en el que ardieron algo más de 50.000 hectáreas.

Además, del total de superficie quemada, 220.000 hectáreas eran arboladas, lo que contribuye tras su desaparición al ascenso de la temperatura media atmosférica y a la erosión y mayor peligrosidad del agua de lluvia en superficie.

Sin embargo, el coordinador general técnico del Previmet, Angel Ribera, explicó a Servimedia que los fenómenos de "gota fría", principales resonsables de las riadas más potentes, no responden al calentamiento de las capas superficiales de la atmósfera, ya que se constituyen en los estratos más altos.

El coordinador del Previmet señala por esta formación "en altura", el aumento de los incendios este año "no tienen porque repercutir en la mayor incidencias de estos fenómenos de grandes precipitaciones".

COORDINACION

La lucha contra las riadas en los tres meses considerados de máximo riesgo (septiembre, octubre y noviembre) incluye un pan de coordinación entre el Instituto y Proteción Civil con los gobiernos civiles, Bomberos, Cruz Roja y el Ejército de las 20 provincias incluidas en el plan (las 4 de Cataluña, las 3 de Comunidad Valenciana, las 8 de Andalucía, Baleares, Murcia, Albacete, Ceuta y Melilla).

La rutina de los servicios de predicción empieza en el Previmet de Madrid, que hace previsiones con seis o siete días de antelación, al tiempo que las predicciones pasa a los GPV cuarenta y ocho horas antes de la espera de precipiaciones importantes.

Las operaciones de salvamento, en caso de inundaciones, se realizarán siempre con los medios técnicos y humanos disponibles en la provincia afectada en cada caso, y de necesitarse mayores efectivos, Protección Civil y el INM pondrán en marcha desde Madrid planes especiales de actuación desde las zonas conlindantes.