GONZALEZ VISITO LA SIERRA DE GREDOS Y PROVOCO UNA APUESTA ENTR LOS LUGAREÑOS
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El presidente del Gobierno, Felipe González, ha aprovechado sus últimos fines de semana para disfrutar de la naturaleza. Conocido aficionado a la botánica y la caza, González pasó el domingo 23 de enero en una finca de la provincia de Guadalajara, entre Brihuega y Sacedón, donde al parecer estuvo buscando piedras decorativas para su nueva casa de Somosaguas, y el último sábado, el pasado día 29, en la sierra de Gredos.
Las escapadas del presidente pretnden pasar desapercibidas, pero no siempre lo consiguen, como sucedió el pasado fin de semana, según relataron a Servimedia los protagonistas de la 'aventura'.
Pedro Castañares, vecino de la localidad cacereña de Losar de la Vera, había tenido problemas con los guardas de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura por cortar unos árboles, de modo que cuando el pasado sábado por la mañana vio de nuevo a los funcionarios se puso en guardia.
Una comitiva de cuatro vehículos todo-terreno entre los que figuraba al menos uno de la Consejería de Obras Públicas, se encaminaba hacia la sierra por delante de la tierra en la que se encontraba Castañares. En uno de ellos este agricultor divisó a Felipe González y le faltó tiempo para transmitir a sus convecinos su peculiar hallazgo.
Llegó a la cafetería "Gofma", donde se encontró con Antonio Godoy, director-gerente del hostal "Vadillo", y le aseguró que acababa de ver al mismísimo presidente del Gobierno. Godoy, desafiante, no le creyó y avaó su postura con una apuesta: le invitaba a dos cabritos en el hostal si era verdad.
Sin mayor demora, tomaron el camino de la montaña y, a tres kilómetros, se toparon con un agente de Medio Ambiente que les cortó el paso y les dijo que había "una personalidad arriba", según relató hoy a Servimedia Antonio Godoy.
Sin embargo, no les quiso confirmar si se trataba de González, a pesar de que le pusieron al corriente de la apuesta. Sólo les sugirió que estuvieran atentos cuando bajara el misterioso isitante.
TRES HORAS DESPUES
Eran las doce del mediodía y los paisanos decidieron bajar a casa para continuar con sus ocupaciones. Cuando se disponían a comer en el hostal, sobre las 15,20, Castañares y Godoy vieron por la ventana que los cuatro vehículos descendían del monte.
Se metieron en el coche y fueron a una bifurcación, por si la comitiva decidía enfilar hacia la Garganta de Cuartos y no volver a pasar por Losar. Así fue, y cuando los todo-terrenos llegaron a la altura de los apostantes el conductor del segundo de los vehículos, en cuyo asiento delantero derecho viajaba el presidente, aceleró, pero González le detuvo y finalmente respondió a los gestos de saludo de los lugareños.
"¡Anda, ya perdí!", exclamó Godoy cuando distinguió al presidente. "Hombre, tenemos el gusto de saludarle, presidente", le dijeron.
"Nos dio la mano, muy simpático, estuvimos charlando un momentín con él, que cómo era venir por estas tierras", señaló el gerente del hostal Vadillo. "Decía que a conocer stas tierras, que eran maravillosas, que eran muy bonitas".
Y le contaron la apuesta, ante lo que González sonrió y preguntó: "¿Y quién ha perdido?". Le respondió, jocoso, Antonio Godoy: "Pues me ha tocado a mí", y el presidente se echó a reir. "Pues nada, que os aproveche", concluyó.
Arrancaron en dirección a la Garganta de Cuartos, por Robledillo de la Vera, y se perdieron definitivamente para ambos vecinos de Losar.
(SERVIMEDIA)
01 Feb 1994
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