"Como en toda ola, se ve más la espuma que cubre que la propia ola. Sin embargo, la ola se ha producido y el país ha cambiado muy seriamente", afirmó González.

El presidente expuso de este modo su balance personal de lo diez años de gobierno del PSOE, durante una entrevista concedida al programa "Hoy por hoy" de la Cadena Ser.

Al dibujo recapitulador que hizo González de estos dos lustros añadió este análisis: "España ha recuperado la confianza en sí misma y su capacidad para jugar un papel interno y externo que probablemente no tenía desde la generación del 98".

El presidente del Gobierno se refirió a los casos de corrupción política registrados durante el mandato socialista y aseguró que, personalmente, "he aanderado la lucha contra la corrupción desde el primer día hasta hoy".

"Estamos a veces en un ambiente irrespirable, donde todo el mundo empieza a creer que los gobernantes o son corrompidos o consienten la corrupción. Eso es absolutamente falso y completamente injusto. El clima se está haciendo irrespirable de forma injusta", afirmó.

A su juicio, este país debe encontrar un "punto de equilibrio" para "combatir seriamente a los corruptos y a los difamadores profesionales, que también son corrupto pero que no pagan ningún precio por la difamación. Hasta que no encontremos este equilibrio, estaremos haciendo un gran daño a la sociedad".

González exhortó a los ciudadanos a que tengan confianza en la honestidad de su Gabinete: "Mirando a la cara a cualquiera que me pregunte, puedo decirle, como a todos los españoles, que esté tranquilo, que tiene un Gobierno honrado y que trata de hacer honradamente las cosas".

ELOGIOS A GUERRA

Respecto al "caso Juan Guerra", dijo que tuvo una actuación ráida "en lo que estaba convencido entonces y ahora". "Que Alfonso Guerra, al que se puede criticar y amar, porque suscita pasiones de todo tipo, era y es una persona absolutamente intachable desde el punto de vista de su responsabilidad personal".

González elogió la figura del ex vicepresidente del Gobierno y destacó el acoso que ha sufrido desde que estalló el escándalo de su hermano.

"Con toda la animadversión que hay contra Alfonso Guerra, en parte por su manera de ser y su personalidad, nadie a podido demostrar nunca que no sea una persona absolutamente intachable, en una sociedad que ha vivido cómo una parte importante de medios y otros mecanismos han ido directamente a por Alfonso".

"Si hubieran podido encontrarlo con el paso cambiado desde el punto de vista de su honradez personal", añadió, "no sólo lo hubieran machacado como lo han hecho durante estos años, sino que estaría completamente destruido.

SIMPLIFICACION

Felipe González realizó a continuación un análisis de la prensa esañola y su relación con el poder político. "En la prensa, como en todos los colectivos, hay profesionales buenos y honestos, que jamás se dejarán comprar, y hay profesionales malos y corrompidos, que se dejan comprar y que cobran sueldos además del que cobran en su lugar de trabajo".

El presidente se mostró partidario de que en nuestro país, como en Gran Bretaña, se diferencie entre prensa "amarilla" y "seria" "En contra de lo que dicen los que son amarillos, en España sí hay prensa amarilla, del escádalo por el escándalo. Todavía no se ha separado el grano de la paja y no se hará nunca hasta que no lo hagan los medios de comunicación".

En relación con la situación interna del PSOE, negó que haya dos discursos distintos en su seno. "La división entre 'felipistas', 'guerristas' o 'renovadores' es una simplificación que no responde a la realidad".

Sobre la renovación que reclaman algunas familias del partido, dijo que ésta debe ser permanente "y este no es un mensaje a quien se dice renovador, orque eso es una bobada". "Un partido socialista tiene que oxigenar permanentemente su mensaje y el PSOE lo viene haciendo desde la transición".

En cuanto a su sucesión, dijo que no sabe "si es una asignatura pendiente que esté en mi mano". "Lo he intentado (solucionar), pero no podía".

Sobre su situación personal, Felipe González dijo que está "cargado de ilusiones" y negó estar cansado. Se mostró convencido de que España puede colocarse en el pelotón de cabeza de los países europeos en 1997, auque expresó sus recelos sobre la voluntad de lograrlo de los españoles. "A veces me parece que tengo más ambición para mi país que lo que mi país desea o quiere".

Aseguró que el esfuerzo económico que espera al país para los próximos años será "menos duro" que el que se vivió con la reconversión industrial de mediados de la pasada década.

En el debe de su gestión, el jefe del Ejecutivo admitió como una "crítica justa" el que se le reproche sus escasos contactos con la calle.

"Nunca me ha gusado inaugurar nada. Me da cierto pudor cortar cintas y cada vez que tengo un contacto con la calle, tengo la impresión de que aumento mi nivel de compromiso", indicó.

González dijo que "es posible" que cambie esta actitud, al tiempo que se comprometió a comparecer ante los micrófonos de la Cadena Ser con más frecuencia , porque, dijo, "estoy un poco preocupado de oír tantos despropósitos y alguna compensación tienen que tener". "Lo voy a hacer con frecuencia. No tengo ninguna dificultad para explicar as cosas que hago", agregó.

El presidente tildó de "bobadas" las críticas que le lanzan desde la oposición cuando le acusan de estar más preocupado por Europa que por España.

"Me preocupa desde el problema de la patata hasta la unión europea. Cada vez que hablo de Europa, hablo de España". "Si no estuviéramos en Europa, ¿podríamos hacer cosas distintas a las que hemos hecho que no fueran un disparate?", se preguntó.

Sobre este punto, aseguró que no es candidato para relevar a Jacques Delors l frente de la Comisión Europea y dijo que le parece "más apasionante" trabajar "en España por Europa que en Europa por Europa".