El incidente más reciente ocurrió a mediodía de hoy mismo cuando el presidente del Gobierno trataba de pronunciar una disertación sobre el proceso de transición política en España, en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma madrileña.

Tras una previa distribución de decenas de papeletas anónimas con la inscripción "gran pitada al presidente (paa la bola)", cuyo modelo "standard" iba acompañado con un pito de plástico, los estudiantes recibieron al jefe del Ejecutivo socialista con gritos de "chorizo, corrupto y ladrón".

También regalaron sus oidos con improperios del porte de "demagogo" y "payaso", y le dedicaron una gran pitada en varios momentos de su intervención.

En el acto estaba presente el principe Felipe, al igual que el pasado 3 de febrero, cuando varios jóvenes falangistas interrumpieron en varias ocasiones una conferencia de presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en el mismo foro.

Aunque en el incidente de hoy pasó prácticamente desapercibido, el propio heredero de la Corona tuvo que soportar entonces el acoso de un "ultra" que le espetó un panfleto propagandístico mientras le argumentaba: "majestad, ésto también lo aprendió su padre". El principe reaccionó con calma y le respondió: "no seas ridículo".

En otro foro universitario, en la Facultad de Derecho de la Complutense, varias decenas de estudiantes increparn el pasado 3 de noviembre al vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra.

El motivo central de la protesta de entonces fue que los jóvenes estaban indignados tras la "presentación en sociedad" de la lujosa mansión de Miguel Boyer en el madrileño barrio de Puerta de Hierro, cuyos detalles pormenorizados publicó en exclusiva la revista "Hola".

La opinión casi unánime de las fuentes universitarias consultadas hoy por Servimedia es que Felipe González fue la "victima" que más airosa salió del coso uniersitario, porque capeó el temporal como pudo y llegó a afirmar que él también intentó boicotear en sus tiempos de estudiante un acto de Manuel Fraga, pero los aires del viejo régimen no le dejaron.

"La diferencia es que ustedes, hoy, tienen esa posibilidad de expresarse", recordó el presidente del Gobierno, mientras concedía a los estudiantes la promesa de que asumiría su responsabilidad política en los casos de corrupción que queden demostrados por la vía judicial.

Narcis Serra se limitó a deci entonces que le alegraba saber que "la Universidad no es ajena a lo que pasa", mientras Pujol pasó casi dos horas intentando convencer a los asistentes de su condición "catalanista cultural y lingüístico" y de que "Cataluña es España". Sin resultado.