"España puede contribuir efizcamente a diseñar las respuestas colectivas a los desafíos europeos y colectivos que se nos echan encima en estos años previos a los albores del siglo XXI", dijo en un discurso pronunciado en la Universidad de Nueva York.

"España es un socio fiable en la Unión Europea y en la Alianza Atlántica, tiene una buena relación bilateral con los demás soios, proyecta influencia en el Mediterráneo y en Iberoamérica. Aunque potencia media, su papel y sus ambiciones son multidimensionales", afirmó.

González dijo también que España guarda similitudes con la cultura americana, porque "nuestra historia es la historia de la asimilación cultural y la integración social, que son el fundamento mismo de la cultura americana".

El secretario general del PSOE enumeró los retos y los desafíos a los que se enfrenta el mundo antes de llegar al siglo XXI e hizo u repaso de las relaciones de España con Estados Unidos, especialmente en sus 13 años al frente del Gobierno.

También planteó a una audiencia de profesores y universitarios las perspectivas de futuro de España. "Las elecciones generales que vivimos recientemente en España han dado paso a la alternancia del partido llamado a la responsabilidad gubernamental. Ayer y durante más de 13 años fuimos los socialistas quienes la aseguramos".

"Hoy", continuó, "es la derecha quien, por escaso margen de votos trata de hacerlo. Ni la dinámica política ni la dinámica social se han parado en España. Algunos de los retos con los que España se enfrenta requerirán un cierto consenso interpartidario, otros no. Como nuestras señas de identidad socialdemocráta no se han marchitado, la vida política y social española de los próximos años y la de todo el continente europeo deberá seguir debatiéndose entre la dialéctica de la solidaridad frente a la desintegración".

González recomendó al Gobierno de José María Aznar ue no descuide la relación trasatlántica entre Europa y Estados Unidos. "No debemos dormirnos en los laureles; las relaciones entre los pueblos, al igual que las relaciones entre individuos, deben ser permanentemente mantenidas y remozadas. De lo contrario, podemos caer en la desgana o en la inercia", advirtió.

"Solo así", agregó, "seremos capaces de superar las diferencias que sin duda se van a presentar, como es el caso de la reciente ley aprobada por el Congreso de los EEUU, conocida como Ley HelmsBurton, cuyos efectos extraterritoriales pueden dañar gravemente la relación trasatlántica. De ahí que estemos obligados a encontrar una solución mutuamente satisfactoria a través del diálogo y la concertación".