González reconoció que España ha pasado por un momento "difícil" y aseguró que la fragilidad actual no es buena para remontar la crisis económica y emrender una política decidida de creación de empleo. Por ello, solicitó a la mujeres reunidas en el Centro Cultural Conde Duque, de Madrid, que trabajaran por conseguir una victoria socialista el 12 de junio.

A juicio del presidente, el Partido Popular no está aportando ninguna idea original o alternativa a la construcción europea, porque su interés principal es la "dimensión interna".

"La derecha no quiere que la recuperación económica se produzca, porque si remontamos, crecemos y creamos empleo,no van a tener oportunidad de ganar unas elecciones ni este año, ni el próximo, ni el siguiente y menos aún dentro de tres años en las elecciones generales. Por eso aprietan tanto", afirmó.

El presidente del Gobierno se reunió esta mañana, igual que en la anterior campaña electoral, con un nutrido grupo de mujeres de ideología progresista. A este acto, celebrado en el Centro Cultural Conde Duque, asistieron los candidatos socialistas Fernando Morán, Francisca Sauquillo, Ana Terrón y Ana Miranda. Tambin acompañaron al presidente las tres ministras del Gobierno actual, Angeles Amador, Carmen Alborch y Cristina Alberdi.

González destacó la incorporación masiva de mujeres a la lista europea del PSOE, donde representan el 40 por ciento. Según dijo, "la incorporación de la mujer a la política no sólo es una cuestión de justicia, sino de eficacia. La mujer, cuando trabaja en política, tiende a mirarse menos al espejo que un hombre".

Reivindicó la cualificación profesional de todas las mujeres que fiuran en la candidatura socialista e insistió en que queda mucho camino por recorrer hasta conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. "Hay que hacer un esfuerzo", dijo, "por cambiar los mecanismos mentales y no sólo los legales. Aún está lejos el que se compartan las responsabilidades familiares al igual que las públicas".

El presidente del Gobierno llegó media hora tarde a este encuentro y tuvo que marcharse apresuradamente a un almuerzo. Cuando salía del edificio una periodista llamó su atención ara pedirle unas declaraciones y González, sin reconocerla, la saludó efusivamente como si fuera una más de las asistentes al acto y se marchó.