GONZALEZ NO CREE QUE LOS TRABAJADORES SEAN LOS MAS PERJUDICADOS POR LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO CONTRA LA CRISIS

- Advierte que iniciativas excesivamente drásticas pueden producir una caída de la actividad económica

- Censura a la oposición por no querer "arrimar el hombro" y optar por la crítica frontal y la descalificación

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró hoy que no cee que sean los trabajadores los más perjudicados por las medidas adoptadas por el Ejecutivo para intentar salir de la grave crisis económica que afecta al país.

No obstante, reconoció que es "absolutamente consciente" de la dureza de las iniciativas acordadas, al tiempo que expresó su confianza en que la ciudadanía acoja con comprensión la petición de sacrificio que le hace el Gobierno.

González explicó que la situación de crisis es general y que en toda Europa se está haciendo un esfuerzo de moeración salarial, "lo que no significa", precisó, "que los más perjudicados sean los trabajadores, porque las dificultades se están planteando fundamentalmente en las empresas y eso es lo que arrastra un incremento del paro. Por lo tanto, no se debe simplificar el análisis".

En cuanto a las críticas formuladas por la oposición, que considera insuficientes las "recetas" para salvar la negativa coyuntura económica, González admitió que las medidas "siempre son insuficientes por definición, vistas desde uera", pero anunció que serán complementadas a lo largo de los próximos meses.

Sobre este punto, recordó que el Gobierno francés empezó a tomar algunas medidas y las sigue proyectando para el mes de octubre y comienzos del año próximo. Igualmente, dijo que las alternativas del Gabinete de Helmut Kohl para el control del gasto tendrán eficacia a partir de 1995.

CAIDA DE LA ACTIVIDAD

"Por consiguiente", añadió, "son muy conscientes de que medidas a veces excesivamente drásticas pueden contribuiruna caída de la actividad, por lo que las están modulando a lo largo de los próximos tres o cuatro años, que es lo lógico".

El jefe del Gobierno hizo estas reflexiones a un grupo de periodistas, tras ser recibido en audiencia por el Rey, a quien informó del conjunto de medidas aprobadas en el último Consejo de Ministros, con el fin de paliar los efectos de la crisis económica.

González valoró positivamente la actitud de los nacionalistas vascos y catalanes por su actitud "constructiva y prudente en el pleno de ayer, en contraposición con otras formaciones, como el PP, que, a su juicio, no está en la tarea de "arrimar el hombro", sino en la de la crítica frontal y la descalificación general.

Aclaró que esta actitud tiene poca rentabilidad desde el punto de vista político y puso de relieve que una de las características de la crisis es la de que nadie tiene una receta mágica para superarla. "Si la gente tuviera una vía clara para salir de la crisis, la crisis, por definición, no existiría", inicó.

TOCAR FONDO

Preguntado si la recesión económica había tocado fondo, respondió que ésa es la impresión que tiene, "pero es una impresión", puntualizó, "por la que no podría poner la mano en el fuego, ya que sería absurdo".

González destacó que en los contactos que ha mantenido recientemente con dirigentes europeos, como Helmut Kohl o Edouard Balladur, ha constatado que su opinión es similar.

En este sentido, subrayó que el canciller alemán está convencido de que antes de finales de añoempezarán a notarse los primeros síntomas de la reactivación. Sin embargo, el presidente se mostró cauto al afirmar que ésta es una apreciación que después "tiene que comprobarse con la realidad y espero que sea así", señaló.

COMPETITIVIDAD

González cree la situación de recesión dará paso a una cierta reactivación, aunque llamó la atención sobre otros problemas que, en su opinión, no tienen un carácter coyuntural sino estructural, como por ejemplo la competitividad de las empresas españolas con el rsto de Europa o con las americanas o japonesas.

"Tendríamos que hacer un esfuerzo colectivo para saber cómo es competitiva nuestra empresa para seguir generando empleo", apostilló, "y hablar de esa competitividad ya no es un problema interno de nuestro país, es un problema de globalización económica internacional".

Recalcó que la economía internacional está pesando sobre la toma de decisiones y, "salvo la gente que tiene un espíritu absolutamente provinciano, esto es una evidencia para todo el mudo".

Abundando en esta idea, González reiteró que las políticas económicas de los países tienen una incidencia sobre las economías nacionales, pero también tienen que tener en cuenta la situación global. "Por eso, cuando hablamos de creación de empleo y competitividad de las empresas, no hablamos de que compita una empresa de Valencia con una de Murcia, sino de que compitan las empresas españolas con las del exterior".

(SERVIMEDIA)
06 Ago 1993
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