La dirección de Unión Valenciana ha exigido a Lizondo, fundador del partido regionalista, que cambie a dos de sus asesores en las Cortes autonómicas, o de lo contrario será expulsado de esta formación, según amenazas explíitas de la cúpula unionista.

"Ni pienso dejar la presidencia de las Cortes, ni mi escaño parlamentario, ni aceptar mi baja como militante de UV", afirmó Lizondo, que dio a entender que está dispuesto a enfrentarse hasta las últimas consecuencias a la actual dirección regionalista, liderada por Héctor Villalba, portavoz del grupo parlamentario de UV y opuesto a la línea política del presidente de las Cortes.

En UV se ha producido una división de su militancia entre los que defienden el pacto de goierno con el Partido Popular (PP), firmado en julio del pasado año, y quienes están en contra, agrupados en la línea del actual presidente de UV, Héctor Villalba, partidario de renegociar el contenido del acuerdo y hasta romperlo "si no se atiende a las reivindicaciones para defender los derechos de los valencianos", según dijo el mismo Villalba.

Entre las dos corrientes regionalistas se han registrado acusaciones mutuas en las últimas semanas y no se descarta una escisión que podría afectar al equilirio de fuerzas entre el PP y UV y la oposición de izquierdas en la cámara autonómica.

Por el pacto de gobierno PP-UV, el bloque coaligado cuenta con 47 diputados (42 del PP y 5 de UV), mientras que la oposición suma 42 escaños (30 del PSOE y 10 de IU).