González Lizondo indica al monarca en su misiva, escrita en valenciano, que Valencia debería haber sido la elegida para la celebración de la boda y que la designación de Sevilla ha "dañado el corazón de muchos valencianos, que ven en ella un castigo qe puede ser por el pasado republicano de nuestras tierras".

A su entender, Sevilla priva a Valencia de "el honroso lugar de tercera capital de España". "Podemos llegar a aceptar que se reserve Madrid para el Príncipe. Que se decida que Barcelona sea la sede de la boda de la infanta Cristina en su día y por razones de asiduidad y trabajo allí de Su Alteza. Pero no llegamos a alcanzar el porqué de que Valencia no haya sido la seleccionada para la boda de la infanta Elena", dice González Lizondo en la cata.

Recuerda además que "Sevilla ya ha sido bastante premiada en los sorteos de los regalos institucionales. El AVE, la Expo y ahora la boda real, y, entretanto, nuestra Valencia padeciendo una nueva afrenta y, esta vez, de la Casa Real".

González Lizondo lamenta asimismo que la fecha de la boda haya sido el 18 de marzo, coincidiendo con la patrona de Valencia, lo que, a su entender ha restado protagonismo a las fiestas de Las Fallas, "ya que la atención de todas las televisiones estaba puesta enSevilla".

El dirigente regionalista considera que la Comunidad Valenciana se encuentra en "permanente agravio comparativo" y recuerda que esta comunidad posee unas inmejorables condiciones para explotar su riqueza turística pero que no obtiene las ayudas necesarias del Gobierno central, mientras que se destinan grandes cifras al relanzamiento de Andalucía.