González tendrá un papel estelar en el desarrollo del acto, justo después de las alocuciones del ex primer ministro Laurent Fabius y del líder Michel Rocard.

La participación del presidente del Gobierno español se produce en un momento en que la popularidad de la Unidad Europea pasa por sus horas más bajas en el país vecino (algunas encuestas pronostican que ganará el "no") y además viene precedida de fuertes críicas por parte de políticos franceses y españoles.

Los primeros acusan a González de entrometerse en un debate que no le es propio y que rebasa los límites de los partidos tradicionales.

Sólo en base a esta peculiaridad se explica que en el bando del "sí" convivan políticos tan dispares como el presidente de la república, el socialista Francoise Mitterrand, y el ex primer ministro conservador Jacques Chirac, y en el bando del "no" personajes como el ex ministro socialista de Defensa Jean Pierre Cevenement, del ala "roja" del partido, y los conservadores Philippe Seguin y Philippe de Villiers.

En este último sector, unos y otros discrepan entre sí sobre las razones que les llevan a votar "no", pero todos coinciden en que la intervención del presidente español mañana en Estraburgo es "una intromisión en los asuntos internos de otro país".

Seguín cree que Felipe González debería abstenerse de hacer campaña a favor del "sí" por respeto a los franceses, y Chevenement dirige sus críticas hacialos socialistas españoles por "aliarse con el liberalismo", que en su opinión es el que saldrá triunfante si sus conciudadanos ratifican el acuerdo.

QUE INTERVENGA EN ESPAÑA

A este lado de la frontera las críticas a la intervención del secretario general del PSOE en el mitin del PSF se centran más en el agravio comparativo que supone, a juicio de la oposición parlamentaria, hacer en Francia lo que no se digna a hacer en España.

José María Aznar considera que González ha sido "poco prudente" a l hora de aceptar su participación en una campaña convocada por Mitterrand para dividir a la oposición conservadora del país vecino entre partidarios del "sí" y del "no".

El presidente del PP considera que los ciudadanos españoles no van a entender que el presidente del Gobierno no explique, por ejemplo, por qué sube los impuestos y al mismo tiempo se vaya a Francia.

El coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, comenta que él y otros muchos españoles tienen la sensación de depender delos franceses en la cuestión de Maastricht, ya que "ellos tienen la suerte de recibir charlas de González y nosotros no".

Anguita considera que en España debería haberse convocado un referéndum, al igual que se ha hecho en Francia, que debería venir precedido de dos meses de campaña explicativa a los ciudadanos.

En parecidos términos se han expresado el presidente del CDS, Rafael Calvo Ortega, y el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, para quien el mejor mitin de Gozález debería haber sido "la ratificación del Tratado (en las Cortes españolas) antes del referéndum francés".

GANA EL "NO" EN LAS ENCUESTAS

Hasta el momento sólo tres de los doce países de la CE han convocado consulta popular para ratificar el Tratado: Dinamarca, Irlanda y Francia; el resto, España entre ellos, ratificarán el acuerdo vía parlamento antes de diciembre de este año.

El pasado 2 de junio triunfó en Dinamarca el "no" a Maastricht por un 50,7 por ciento de los votos, rsultado que caó como una bomba en las cancillerías de los otros once países, temerosas de que un hipotético "no" en los otros dos países paralizase la Unión Europea.

Irlanda dijo "sí" por un amplio margen de voto, 69 por ciento de los sufragios, y ahora la incógnita está en saber qué ocurrirá en el referéndum francés del próximo 20 de septiembre.

Una consulta que el presidente galo Francoise Mitterrand se apresuró a convocar al conocer el resultado danés, con la convicción de que el "sí" registraría un triunfoaplastante, a tenor de las encuestas (un 70 por ciento a favor, a finales de junio) y se reforzaría su imagen frente a una derecha francesa dividida entre partidarios del "sí" y el "no".

Sin embargo, el entusiasmo europeísta ha decrecido en el país vecino hasta extremos impensables hace dos meses. Una encuesta publicada por un semanario francés el pasado 25 de junio revela una inversión de las tendencias, tal que si ahora mismo se celebrase el referéndum un 51 por ciento de los franceses votaría "no"Maastricht y sólo un 49 por ciento "sí".

Estos datos son los que han hecho decir a José María Aznar que González es "poco prudente" por atreverse a participar en una campaña, la del "sí", que puede resultar perdedora el próximo 20 de septiembre.