GONZALEZ DICE QUE NO HAY QUE CUESTIONAR LA COOPERACION DE CIU CADA SEMANA PORQUE ES "CONTINUADA Y SOLIDA"

-Puol aplaza la discusión de asuntos conflictivos, como el aborto y los gobernadores civiles, para más adelante

-El presidente del Gobierno no descarta una nueva reforma laboral

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, comparecieron juntos esta noche en el salón de columnas del Palacio de la Moncloa para reafirmar la voluntad de mantener la colaboración entre Convergencia i Unió y el Ejecutivo, una vez salvadas las difiultades surgidas en días pasados.

González aseguró que "la cooperación entre Convergencia y el Gobierno no tiene límite temporal y por tanto no hay que inventárselo cada semana porque esta reunión es una garantía de que la coooperación es continuada y sólida".

Jordi Pujol insistió también sobre este punto, afirmando que su partido ya ha demostrado que tiene voluntad de seguir apoyando al Ejecutivo socialista y de negociar punto por punto las cuestiones, conflictivas o no, que vayan surgiendo.

Ambos mandatarios estuvieron reunidos por espacio de dos horas y media en la residencia de González. Durante ese tiempo, más de medio centenar de periodistas esperaban en la calle. La rueda de prensa, la primera que dan conjuntamente después de una reunión, se produjo en el salón de columnas del Palacio de la Moncloa.

González y Pujol se presentaron sonrientes y relajados, y afirmaron haber soslayado durante toda la conversación los temas en los que discrepan. El aborto y la supresión de los gobernadres civiles se dejaron para otra ocasión. El presidente de la Generalitat aseguró que éste no es el momento de tocar asuntos conflictivos que se negociarán en el futuro según vayan surgiendo.

A cambio, Felipe González reiteró su intención de retrasar la aprobación del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, por ser políticamente inoportuno, dando así una concesión a los convergentes.

RECUPERACION ECONOMICA

La reunión de González y Pujol se centró sobre todo en el análisis de lasituación económica actual, y la constatación de que España entra en una fase de crecimiento económico que no puede ser desaprovechada.

Pujol aseguró que "no podemos perder la ocasión de abordar las reformas estructurales que el país necesita para dar un salto cualitativo en competitividad y permitir que España suba peldaños para poder estar a final de siglo en el núcleo duro de la construcción europea".

El análisis de ambos dirigentes fue coincidente respecto a la situación económica y a la neceidad de "no bajar la guardia en los momentos de bonanza".

Según Pujol, los españoles "podemos tener confianza en nuestro futuro económico y en nuestro futuro europeo", y éste es el mensaje que los dos presidentes quisieron transmitir al final de la reunión.

El proceso de recuperación no estará, sin embargo, exento de esfuerzos y González advirtió que estaría dispuesto a abordar una segunda reforma laboral si una vez aplicada en su totalidad la anterior realizada por el Gobierno se demostrara que xisten aún carencias o que son necesarias ampliaciones de la misma.

Esta segunda reforma iría siempre en la dirección de dar más responsabilidad a los empresarios y a los trabajadores en los despidos.

González y Pujol pretenden preparar un amplio programa de medidas a medio y largo plazo que sirvan para poner a España entre los países más desarrollados de Europa. Para ello, han previsto la creación de varios grupos de trabajo que negocien cada proyecto por separado. Estos grupos comenzarán a trabjar a principios de año.

También acordaron repetir sus encuentros personales con más frecuencia para dialogar sobre temas que hoy han quedado al margen de la conversación, como el autonómico.

Para constatar la buena marcha de las relaciones entre Barcelona y Madrid, Felipe González propuso a Pujol que la conferencia de seguridad de países mediterráneos prevista para la segunda mitad del año próximo se celebre en la Ciudad Condal.

(SERVIMEDIA)
12 Dic 1994
SGR