El secretario general del PSM, Tomás Gómez, calificó su discurso de "decepcionante, en algunos casos, y preocupante, en otros" y dijo que "el agua es de todos y no puede ser privatizada".

Si llevan a cabo esta medida, dijo Gómez, "se encontrará enfrente al PSM y al conjunto de los madrileños". Explicó que no ha hecho ninguna aportación al primer problema de los ciudadanos, el desempleo y la crisis, y dijo que se dedicó a "insistir en su confrontación con Zapatero".

Pidió a la mandataria regional que se centre en los problemas de Madrid, deje de hacer oposición a Zapatero y que saque adelante medidas que puedan paliar los efectos de la crisis.

"No ha aportado medidas que supongan progreso y avance en materia económica", dijo Gómez de Aguirre, a la que acusó de"no tener visión ni ambición para Madrid".

Afirmó que Aguirre tiene para Madrid un "proyecto agotado, un proyecto del pasado y sólo ha puesto encima de la mesa medidas del siglo pasado".

Sobre este mismo asunto, la portavoz del PSM en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, dijo que Aguirre ha puesto de manifiesto en su discurso el "agotamiento claro de su proyecto".

"Tiene la enorme desfachatez de no hablar de la necesidades de los madrileños y dedicarse sólo a confrontar con Zapatero, cuando hemos conocido la quiebra de Leheman Brothers, que es su modelo de referencia económica", destacó.

Respecto a la entrada de capital privado en la empresa que gestionará el agua, dijo que a Aguirre "ya sólo le queda por privatizar el aire".

Por otro lado, la portavoz de IU, Inés Sabanés, explicó que Aguirre, "entre reproche y reproche" a Zapatero, ha anunciado una medida "ultraliberal" como la privatización del agua.

"La realidad es que ha propuesto un paquete de medidas regresivas para beneficiar a las empresas y perjudicar a los madrileños", destacó.

El único apoyo que tuvo Aguirre fue el portavoz parlamentario del PP, David Pérez, quien explicó que la mandataria madrileña hizo un discurso que es "un estímulo para todos los madrileños", ya que "ha partido de un análisis realista de la situación de la crisis, negada por Zapatero".