GOMEZ RUFO DESCUBRE EN SU ULTIMA NOVELA LOS PARALELISMOS ENTRE LA ROMA IMPERIAL Y LA ACTUAL SITUACION POLITICA

- "La leyenda del falso traidor" cuenta el fin de Julio César desde la perspectiva de Marco Bruto

- En Roma había dos tendencias, el Partido Senatorial (PS), progresista, y el Partido Popular (PP), conservador

- Julio César, que inicialmente abanderaba el cambio, acabó siendo víctima de su propio deseo de mantener el poder

MADRID
SERVIMEDIA

"La leyena del falso traidor", la novela que acaba de publicar el escritor madrileño Antonio Gómez Rufo, es, según explicó a Servimedia su autor, "un intento de rehabilitar la figura de Marco Bruto, que ha llegado a nosotros como el prototipo del malvado que acaba con su mentor".

Lo que no cuenta la historia, y ha tratado de rescatar de la memoria a través de una amplia documentación hagiográfica sobre el personaje, son los motivos reales de Bruto al encabezar la operación que acabó con la vida de su padre y mntor.

Según el autor, lo más significativo de la novela es comprobar los sorprendentes paralelismos existentes entre la Roma imperial y la situación política que se vive en diferentes países: ostentaba el poder un hombre que había accedido a él como abanderado del cambio, y ese mismo hombre acabó siendo víctima de su propia ambición y aferrándose al poder.

"Julio César se proclamó emperador como cabeza de un grupo político que quería erradicar los privilegios de una clase social que tenía a Roma omo su jardín privado", señaló Gómez Rufo, "y acabó sus días siendo él quien encarnaba la corrupción y el deseo de estar aferrado al trono".

Situaciones similares se han repetido en numerosas ocasiones a través de la historia: Napoleón Bonaparte, Adolf Hitler o Stalin son ejemplos de una ambición que se vio transformada en una dictadura.

"En realidad no estoy describiendo en la novela a personajes actuales, pero el lector puede apreciar que el comportamiento de Pompeyo, Mario, Sila, Marco Antonio Julio César, Octavio o Plutarco son fácilmente asimilables a personajes de hoy en día que todo el mundo puede identificar".

EL PS Y EL PP

Pero no acaban ahí los paralelismos que emparentan dos momentos históricos separados por dos mil años. Gómez Rufo recordó que en la Roma de Julio César había dos partidos, el Partido Senatorial (PS), que lideraba Julio César y de talante progresista, y el Partido Popular (PP), encabezado por Mario, conservador y que representaba los intereses de lo que ahora llamríamos pequeña burguesía.

"Julio César tenía la misma ambición y el mismo instinto de permanencia, haciendo caer a quien hiciera falta para mantener ellos el poder, que puede verse en la actualidad en algunos líderes políticos", apuntó el autor.

También eran muy similares las costumbres, la ordenación social y los modos de vida. Baste citar que existían casas de hasta doce plantas que se alquilaban como viviendas, que los porteros de las ínsulas debían limpiar el trozo de calle correspondiente a u fachada o que los carros que llevaban mercancías debían circular dentro de la ciudad por la noche.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 1994
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