La moción, defendida por el senador popular Carlos Murria, se aprobó con una enmienda del PNV mediante la cual se elimina del texto final la referencia a que se "excepcioe el uso de las campanas en las normas sobre contaminación acústica".

Para Murria, las iglesias y catedrales dispersas por la geografía española son parte importante de la civilización y de la cultura de nuestro país y "no podemos equiparar su sonido a la emisión de ruido que producen las numerosas discotecas, bares y locales que hoy proliferan en nuestra sociedad". Las campanas "siempre han estado al servicio de la humanidad", dice el texto de la moción.

Los portavoces de los grupos de oposicióncoincidieron al ironizar sobre la importancia de la moción para ser tratada en el Pleno del Senado, aunque finalmente el PSOE decidió votar a favor, al aceptarse la enmienda del PNV.

La moción fue aprobada con 204 votos a favor y 14 abstenciones, de Entesa Catalana de Progrés y el Grupo Mixto, que no estimaron el asunto lo suficientemente serio para votar a favor.