Los cambios en el Gobierno de Aznar, añadió, "no se deben a ninguna cuestión de gobierno" y sí a motivaciones partidistas. Se mostró convencido de que los españoles se han dado cuenta de que Aznar no ha tenido en cuenta "los intereses de la gestión pública, ni ha hecho cambios según un proyecto político o la necesidad de abordad algunos de los problemas que preocupan ala ciudadanía".

A su juicio, estos argumentos deben tener "una trascendencia", porque la democracia es también manifestar "una gran sensibilidad institucional, por quien gobierna y por quien es oposición".

En su intervención en un curso de verano de la Universidad Complutense, Zapatero defendió la necesidad de remodelar el Parlamento para convertirlo en "un centro de debate político y un espacio donde la oposición controle la política gubernamental", lo que para el líder socialista "dista mucho" e ser ahora. Así, el líder socialista pidió un nuevo Reglamento para las Cámaras y un Estatuto de independencia para sus presidentes.