En rueda de prensa, Aizpiri aseguró que en este primer año la valoración del Gobierno "es enormemente positiva" en el plano internacional, donde se ha pasado de la incertidumbre sobre la viabilidad del protocolo a un compromiso aún mayor tras la cumbre de Montreal, que fue "un espaldarazo" y que sentó las bases de la continuidad de Kioto más allá de 2012.

En cuanto al plano nacional, valoró todos los avances normativos que, según dijo, han venido a completar todo el entramado necesario. "El protocolo de Kioto tiene hoy mejor salud que nunca y eso es una inmensa esperanza para todos", aseveró.

"En ese plano nos sentimos razonablemente satisfechos, no tanto en el comportamiento de las emisiones en 2005, que no han sido favorables", reconoció. Según dijo, se ha mantenido un crecimiento del consumo de energía elécrica superior al PIB, "aunque mostrando ya signos de moderación respecto a años anteriores, apuntó.

CONSUMO DE ELECTRICIDAD

"Sobre todo hemos tenido un año hidroléctricamente muy negativo, que ha reducido en un 35% la generación de energía hidroeléctrica y que ha aumentado en un 20% la generación térmica de electricidad", lamentó.

Como aspecto positivo en 2005, destacó la moderación, que "empieza a ser evidente", en los consumos energéticos, más en el ámbito de carburantes que en el de electricidad.

Informó que hasta octubre inclusive el consumo de productos petrolíferos había aumentando un 2% respecto al año anterior, "con una fuerte tendencia a la moderación, hasta tal punto que en los meses de septiembre y octubre el consumo absoluto de productos petrolíferos fue inferior al del año 2004".

Respecto al consumo eléctrico, señaló que a lo largo del pasado año se produjo una "acelerada moderación" de unos incrementos de consumo "disparatados" en el primer trimestre, (del 8,4%). El año acabó en el 4,4% y en el mes de enero se sitúa en el 4,1%. "Esperemos que esto sea una tendencia de fondo que en el año 2006 nos permita un cambio de tendencia en las emisiones", dijo.

En todo caso, indicó que el Gobierno no estará satisfecho hasta que el consumo eléctrico no crezca por debajo del PIB. Además, añadió que el objetivo será que cada vez se genere más electricidad con gas natural y energías renovables y menos con carbono y fuel.

"Si conseguimos que el consumo eléctrico crezca menos que el PIB mediante el ahorro y la eficiencia, con ese cambio en la estructura del sector de generación conseguiremos que empiece a producirse una reducción efectiva de las emisiones en el sector eléctrico", apostilló.

NUEVO PLAN DE ASIGNACIÓN

El responsable de Cambio Climático también señaló las prioridades para 2006, entre las que destacó la elaboración del Plan Nacional de Asignación de Emisiones, que deberá estar presentado en la Comisión Europea antes de junio.

Dicho plan, explicó, "obligará a mayores esfuerzos" y supondrá una asignación menor dependiendo del recurso a los mecanismos de flexibilidad que permite el propio Protocolo de Kioto. "El 15%, más lo que supongan los sumideros y los mecanismos de flexibilidad, marcarán el umbral de asignación", indicó.

Aizpiri no quiso avanzar cuál será la reducción en las asignaciones, pero sí confirmó que no se basará en las emisiones de 2005, tal y como recomienda la Comisión Europea.

Otra prioridad para 2006 será aumentar la efectividad en los sectores difusos, una tarea, dijo, en la que será fundamental que cada administración asuma su responsabilidad. "Necesitamos la plena colaboración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos", afirmó.

Por último, adelantó la intención del Gobierno de "retomar" la elaboración de una estrategia nacional común contra el cambio climático, que marque los esfuerzos adicionales que hay que hacer, los grandes objetivos y los mecanismos de coordinación institucional necesarios, así como la puesta en marcha de un plan de adaptación al cambio climático.

El cambio climático, señaló, no desaparecerá. Lo que hay que hacer es estar preparados, mejorar nuestros conocimientos en distintos ámbitos y elaborar programas específicos sobre cómo prepararse y afrontar los cambios que supondrá.