Tras la reunión del Consejo de Gobierno vasco, su portavoz, Miren Azkarate, leyó una declaración de condena del último atentado de ETA en Munguia (Vizcaya), tras la que lamentó, "igualmente, la muerte del preso de ETA Igor Angulo".

"Nadie podrá decir que el fallecimiento de esta persona sea una muestra del buen funcionamiento de la política penitenciaria o del propio Estado de derecho", afirmó Azkarate.

"Nos encontramos con otra muerte más", agregó, "trágica como todas. Con más sufrimiento y más angustia en el seno de una familia".

En este sentido, el Gobierno hizo un llamamiento a la "serenidad" y recordó que "los presos también tienen derechos que deben de ser respetados". "Y la muerte de un preso en su celda no puede considerarse como un síntoma positivo del régimen carcelario al que están sometidos los presos de ETA", arguyó.

Por otra parte, Azkarate, siempre en nombre del Gobierno vasco, criticó la actitud mostrada ayer por el hijo del fiscal andaluz Luis Portero, asesinado por ETA, quien celebró la muerte de Angulo.

"No es de recibo", indicó la portavoz vasca, "que quien representa a una asociación que lleva el nombre de 'Justicia y Dignidad' celebre públicamente con una botella de sidra la muerte de otra persona".

"Todo esto", prosiguió, "es un reflejo del camino que todavía tenemos pendiente de andar y de recorrer para alcanzar una sociedad en paz y normalizada desde todos los puntos de vista. Nos encontramos ante un hecho triste que nos devuelve a épocas que la mayoría de esta sociedad desea dejar atrás de una vez y para siempre", concluyó al respecto.