Dichos centros, que son fundamentalmente casas de acogida, resdencias materno-infantiles y viviendas tuteladas, cumplen una función de apoyo y atención a mujeres que se encuentren en situación de peligro por malos tratos, carencia de apoyo familiar, ausencia de recursos personales u otras circunstancias.

El consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, ha resaltado la importancia de estas instalaciones, donde las mujeres en situación de indefensión encuentran un equipo de apoyo que las ayuda a recuperar su autoestima y a luchar contra el problema que están viviedo.

Para ello, en estos centros existe un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y educadores que ayudan a las mujeres que ingresan en ellos, en los que pueden permanecer por un periodo de hasta un año, durante el cual tanto la mujer como su hijo tienen derecho a manutención y alojamiento.

Los programas que se desarrollan en los centros son en grupo y están enfocados al desarrollo de defensas propias mediante actividades de recuperación de la autoestima y la confianza y de refuerzo de su indpendencia y responsabilidad.