Alberdi, que acudió a Yebra para asistir a los funerales de las diez personas fallecidas por la tromba de agua, afirmó que los daños "son bastante considerables, aunque en primer lugar será necesario hacer una evaluación de los mismos".

La ministra precisó que el presidente del Gobierno, Felipe González, "me ha pedido que esté aquí en su nombre para acompañar a los amiliares de los fallecidos y apoyarles afectivamente en esta tragedia".

Por su parte, el presidente de Castilla-la Mancha, José Bono, anunció que solicitará al Gobierno central la declaración de "zona catastrófica" para la comarca de Guadalajara afectada por las inundaciones del pasado miércoles.

Bono, que calificó la situación de esas poblaciones como "angustiosa y trágica", señaló que "es difícil expresar con palabras el sufrimiento que están viviendo estas familias ante una catástrofe de estaenvergadura".

Tanto la ministra como el presidente de Castilla-la Mancha asistieron a los funerales que se celebraron hoy en Yebra y que estuvieron oficiados por el obispo de Sigüenza (Guadalajara) y secretario de la Conferencia Episcopal Española, José Sánchez.

Al acto concurrieron, además, el presidente del PP en Castilla-la Mancha, José Manuel Molina, el gobernador civil de Guadalajara, Ramón Fernández Espinosa, así como cientos de vecinos de Yebra y de poblaciones de los alrededores.

Unahora antes, unas 300 personas asistían en Almonacid de Zorita (Guadalajara) a los funerales en memoria del director de la central nuclear de Zorita, Juan Vicente Llinares, y de su esposa, quienes fallecieron también por las inundaciones. Entre los asistentes se encontraban varios directivos de Unión Fenosa.