Soledad Iparraguirre fue detenida en Francia en octubre de 2004, reclamada por delitos cometidos en 1985, cuando formaba parte del "Comando Araba" de ETA, en unión con otras dos personas.

La reclamada por la justicia española robó en mayo de 1985 un coche a punta de pistola, maniató a su dueño y colocó explosivos en el maletero del vehículo.

Después, los miembros del comando aparcaron el coche-bomba en un punto cercano a donde habitualmente estacionan los furgones policiales, que prestan servicio de seguridad en el estadio de fútbol de Mendizorroza, en Vitoria. Aunque, en esta ocasión, no se produjeron daños personales, ya que la policía consiguió desactivar el artefacto explosivo.

Por todo ello, el Gobierno español solicitó a Francia la extradición de Iparraguirre, el 23 de diciembre de 2004pero la Corte de Apelación de Toulouse la denegó, mediante una resolución del 10 de octubre de 2006, por prescripción de los hechos conforme al Derecho francés.

Se presentó una nueva demanda sobre los mismos hechos en el Juzgado Central de Intrucción número 5 basándose en que el Tratado de la Unión Europea, firmado en Dublín, establece que no se podrá denegar la extradición por prescripción del delito en el Estado miembro requerido.