Así lo expresaron durante su intervención en las jornadas celebradas en Madrid sobre "la Europa Social después de Maastricht: Perspectivas de Futuro de la Política Social Europea", organizaas por la Fundación Ebert en colaboración con el Consejo Económico y Social (CES).

Arango reconoció en este foro que los planes de convergencia de los países comunitarios están atravesando problemas debido a la recesión económica y señaló que "si se deben revisar, las autoridades políticas deben hacerlo".

No obstante, dejó muy claro que los planes de convergencia son necesarios y aseguró que "cualquier propuesta que se aparte de la disciplina económica hacia la estabilidad está condenada a retrocsos en lo social".

Por su parte, Moreno y Zufiaur destacaron las insuficiencias y dificultades del proceso de construcción europea y resaltaron que los planes de convergencia de los diferentes países, incluído el español, son muy duros y deben replantearse, ya que de no ser así, a su juicio, puede dar lugar a graves dificultades y riesgos de crisis social en los países.

Moreno reiteró la necesidad de flexibilizar las exigencias y plazos del Tratado de Maastricht y defendió la puesta en marcha de edidas comunitarias para reactivar la economía y el empleo, como una bajada significativa de los tipos de interés, el aumento de las inversiones públicas y privadas en infraestructuras y medio ambiente y la armonización fiscal.

RECHAZO A UN GRAN PACTO

Zufiaur, por su parte, denunció el fracaso del diálogo social a nivel comunitario, del que dijo que sólo ha servido para que la patronal haya frenado la promulgación de normas en materia social.

En el caso de España, Zufiaur volvió a rechazar un gan pacto social entre los agentes sociales para salir de la crisis. Señaló que pretender, como quiere el Gobierno, que el pacto sea en definitiva hablar de salarios, flexibilizar el mercado de trabajo y reducir los gastos sociales "no es posible".

Zufiaur aseguró que el salario real por trabajador ha aumentado en España un 0,5 por ciento entre 1987 y 1991, mientras en la CE lo ha hecho un 1,4 por ciento, y que los costes laborales en nuestro país nunca han superado el aumento de la productividad. Agreó que en ese período estos costes sólo han absorbido el 37 por ciento del incremento de la productividad.

A su juicio, "si queremos recuperar el diálogo social en nuestro país, hay que ser realistas y empezar por cosas concretas como el Inem, las modalidades de contratación y otros temas, porque el otro acuerdo que proponen no es posible". Zufiaur señaló que sería posible un acuerdo que intente cambiar las orientaciones de la política económica actual.