En una respuesta parlamentaria, a la diputada de IU Isaura Navarro, a la que tuvo acceso Servimedia, el Ejecutivo indica que está recabando informes para comprobar "si en la tramitación se ha incurrudo o no en algunas de las causas de revisión previstas por el ordenamiento jurídico".

El Gobierno indica que "de la lectura del expediente no se pueden concluir las razones por las que la propuesta inicial de solicitud de concesión de la Medalla al Mérito en el Trabajo, originariamente en su categoría de oro, acabó dando lugar a la concesión de la Medalla en su categoría de plata".

Recuerda que, tras la concesión de la medalla, entró en el Ministerio de Trabajo un escrito del Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón (Madrid), también del PP, en el que se proponía que se anulara la concesión del galardón "por haber sido declarado dicho señor persona non grata" en la localidad a principios de los 90, con el voto favorable de todos los grupos municipales.

El Ejecutivo acompaña su respuesta de los documentos sobre la concesión de esta medalla, incluida la solicitud y el currículum de "el Pocero", remitidos a Zaplana por Carlos García Cano, entonces jefe del gabinete técnico de la subsecretaría del Ministerio de Administraciones Públicas y suegro del constructor.

García Cano proponía la concesión de esta medalla al constructor por "los méritos que especialmente destacan en su persona, según el currículum vitae que te adjunto. A la espera de que prosepere esta propuesta, y con mi gratitud, te envío un fuerte abrazo", concluye.

El mencionado currículum es un relato de la vida de Hernando en el que explica que nació "en el seno de una familia muy humilde, rozando la más absoluta pobreza", y que su vida "se ha caracterizado por una extraordinaria capacidad de superación y sacrificio en el trabajo, junto a un excepcional espíritu emprendedor, demostrado desde su niñez".

EMPRESARIO A LOS 8 AÑOS

"Su padre era pocero y su madre, para ayudar al sostenimiento de la familia numerosa (cinco hermanos), vendía churros por la calle. Muchos días el desayuno consistía en las puntas de las porras que los hijos pellizcaban a hurtadillas", prosigue.

Añade que trabajó desde los cinco años buscando "lumbre para su casa y trapos y huesos que venía a las traperías. Es posible que su vocación de constructor aflorara cuando, con seis años, tuvo que ayudar a su padre, en una noche, a levantar la casa familiar, en unos metros de terreno en Palomeras (Vallecas)".

"Con unas ruedas que encontró, se hizo un carro, se compró unos cántaros con las propinas y se dedicó a vender agua por las calles. Así, se convirtió en empresario a los ocho años, y a ésto se dedicó hasta los diez, si bien había prosperado lo suficiente como para cambiar el carro casero por un borrico". añade.

SU PRIMERA OBRA

El currículum continúa narrando que hasta los 12 fue repartidor de una tienda de ultramarinos, cuando entró como pinche en Urbis, y después decidió hacerse maestro pocero, realizando trabajos de "acusada penosidad y peligrosidad", además de promover, a los 20 años, su primera obra de construcción: un edificio de 8 plantas con 32 viviendas.

"Su tesón y constante preocupación por la construcción de viviendas accesibles a las economías más desfavorecidas, le llevaron en la década de los años 70 a trabajar prácticamente en exclusiva para el IVIMA", Instituto de Vivienda de Madrid, apunta.

Concluye que "ha conseguido que su empresa familiar, en la que trabajan sus cuatro hijos, sea en la actualidad una fuente importante de creación de empleo, con más de 3.000 puestos de trabajo directos e indirectos".