Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Calvo expuso al Nuncio de Su Santidad "la extrañeza del Gobierno español por la referencia explícita que contiene el citado discurso a un supuesto laicismo restrictivo que pudiera limitar la libertad religiosa y que el mismo pudiera ser atribuido a una actitud deliberada del Gobierno".

Asimismo, le manifestó también "su extrañeza por la mención que hace en el discurso del deber que tienen los poderes públicos de garantizar el derecho a la enseñanza religiosa y de asegurar las condiciones reales de su ejercicio, dado que el régimen docente de la enseñanza religiosa está regulado por el Acuerdo entre España y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales de 1979".

Por ultimo, dice la nota de prensa, "el Gobierno español reitera su deseo de mantener un fructífero entendimiento con la Iglesia, mediante un diálogo permanente basado en el respeto profundo del ámbito de competencias que los acuerdos entre España y la Santa Sede reconocen a ambas partes".