Fuentes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales explicaron a Servimedia que de esta forma se dará cumplimiento a las conclusiones de la reciente Cumbre de Luxemburgo sobre el empleo, por lo que las decisiones que se tomen al respecto quedarán incluidas en el nuevo Plan de Empleo que se elabore el año próximo.

Los principales problemas de la formación profesional en la actualidad, según estos informantes, son que está desprestigiada y no etá adecuada a las posibilidades de colocación que ofrece el mercado de trabajo.

Por eso, el Consejo General de Formación Profesional (órgano en el que participan el Gobierno, las comunidades autónomas y los agentes sociales) está negociando un programa específico que recogerá la filosofía que dirigirá todas las medidas que se tomen.

Aunque ya está muy avanzado un primer borrador, el programa no estará listo hasta principios de 1998. Entre las iniciativas que se van a tomar, destaca la homologació y la homogeneización de los estudios, tanto de formación profesional reglada como de la continua y la ocupacional.

También se equipararán estos estudios a la enseñanza secundaria, de forma que exista la posibilidad de emprender una carrera universitaria tras ser cursados.

Otro aspecto en el que se hará hincapié es el de los contratos formativos, todavía poco utilizados a pesar de la última reforma laboral. La solución pasa por vincularlos directamente tanto a la formación profesional como a las ropias empresas.

Trabajo reconoció que un problema que todavía tienen los contratos formativos es el escaso nivel de protección social que ofrecen a los trabajadores. Por eso, se está negociando con los agentes sociales las prestaciones de incapacidad temporal a las que tengan derecho los beneficiarios de estos contratos.