En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta expresó en nombre del Gobierno la solidaridad y "profundo afecto" a todas las víctimas.

No hizo mención a ello, pero sus palabras llegan después de que los socialistas madrileños no asistieran al acto organizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en protesta por su actitud ante la comisión que investiga la supuesta red de espionaje en el PP.

Aseguró que el Gobierno tiene "muy presentes" a todos los que murieron ese día víctimas del fanatismo y de la locura terrorista, "porque va en ello la dignidad de la democracia".

La voluntad del Gobierno, insistió, es "acompañarles, apoyarles, asistirles" en todo momento, porque así lo quiere la sociedad española con quienes sufrieron en carne propia "el zarpazo" de la violencia.