El presidente del Gbierno está plenamente dispuesto a continuar el diálogo con el primer partido de la oposición y considera que, si el líder socialista pone objeciones a los contactos, deberá ser él quién explique a la sociedad sus motivos.

Lo que quiere dejar claro el Ejecutivo es que si se rompen los contactos con el PSOE no será por su culpa, sino por expreso deseo de los dirigentes socialistas.

La entrevista entre Almunia y Aznar aún no tiene fecha concreta, aunque en Moncloa se está buscando un momento adecuao entre los días 14 y 20 de junio, en función de las agendas de ambos dirigentes.

También antes del verano, el presidente del Gobierno tiene previsto entrevistarse con el coordinador general de IU, Julio Anguita, y con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Con el PNV no hay nada previsto.

Sobre el contenido de la reunión con Almunia, fuentes de la Presidencia indicaron que Aznar está interesado en tratar los asuntos que expuso en el Debate sobre el Estado de la Nación y que por el momento en Moncloa no se ha recibido ninguna sugerencia para dejar fuera o incluir algún asunto de especial interés para los socialistas en el orden el día de la reunión.

Lo que sí tiene claro el Gobierno es que no va a pactar con el líder socialista la presidencia del Tribunal Constitucional, porque ese es un asunto que sólo depende de los magistrados miembros del Alto Tribunal y en el que no puede haber indicaciones políticas. Lo que sí está dipuesto a hacer el presidente del Gobierno es discutir sobre lascuatro plazas vacantes que están pendientes de quedar cubiertas.