Esta iniciativa de la Consejería de Cultura y Turismo, con la colaboración del Consejo Regulador D.O. Vinos de Madrid, tiene como fin ampliar la oferta turística madrileña, transformando la visión tradicional de la bodega como un ámbito exclusivamente dedicado a la producción de vino en un lugar de interés turístico.

En este plan se crea una oferta de bodegas visitables que apuestan por la calidad y profesionalidad en el servicio de atención al turista, atendiendo a una programación de actividades ligadas a la cultura y al ocio del vino.

La primera de las rutas integrará, al menos, 13 de las 45 bodegas de la denominación en ubicaciones como Chinchón, Aranjuez, Navalcarnero, Colmenar de Oreja o San Martín de Valdeiglesias.

A través de esta ruta, las bodegas ofrecerán al viajero visitas guiadas, y la posibilidad de comprar vino, comer o alojarse en algunas de ellas, participar en catas o realizar un curso de formación en torno a la enología.