En un encuentro organizado en Madrid por Europa Press, reconoció que algún dato se puede juzgar "positivo", pero defendió la prudencia al hacer valoraciones y abogó por el ejercicio de responsabilidad de decir a los ciudadanos que los momentos actuales son "difíciles" y que "los vamos a seguir viviendo".

Tras conocer la caída de los precios por primera vez, argumentó que valorar "cada dato" podría "desvirtuar" el mensaje que el Gobierno considera prioritario, que es reconocer la dificultad de la situación pero tranquilizar a los ciudadanos porque "estamos en el camino correcto" para hacerle frente.

Esa es la prioridad del Gobierno, aseguró, dar "un acelerón" a la lucha contra la crisis, en concertación con la comunidad internacional, los agentes sociales y los partidos políticos, reflexión que aprovechó para hacer un nuevo llamamiento al PP para "empujar en la misma dirección".

En su intervención, Fernández de la Vega criticó al PP por permanecer "agazapado en su trinchera particular, cortoplacista y exigua de miras", muy lejos de las necesidades actuales, haciendo de "francotirador en la retaguardia" mientras los ciudadanos y los poderes públicos afrontan la crisis.

Achacó esa actitud a las dificultades para desligarse de un pasado en el que se alineó con las posiciones "neoconservadoras más extremas, las que han conseguido elevar a su máxima potencia las prácticas que nos han conducido al lugar en el que estamos".

En su opinión, el PP "intenta desesperadamente cargar en el debe del Gobierno todos los males de una crisis que ellos, con sus planteamientos neocons, contribuyeron a generar" mientras está inmerso en "disputas internas" como la que se vive en Caja Madrid.

Al hablar de este asunto, aseguró que para el Gobierno "no es prioritario" el debate sobre la reforma del modo de elección de los consejeros de las cajas, y abogó por no confundir ese ámbito con la solvencia de las entidades.

El reto de salir de la crisis es de todo el Gobierno, pero especialmente de la nueva responsable económica, Elena Salgado, a la que defendió de los escepticismos y de la que aseguró que pronto se verá "cómo recupera la confianza de la economía". Quienes la cuestionan, sentenció, "ya quisieran en sus filas" gente como ella.

Para salir de la crisis, y para llevar adelante su proyecto, el Gobierno seguirá buscando el diálogo "con todos", defendió, al margen de que unas cuestiones sean más fáciles con unos que con otros.

En todo caso, aseguró la vicepresidenta, el Gobierno está dispuesto "a consensuar", y más en iniciativas sensibles, como la interrupción voluntaria del embarazo o la reforma de la ley de libertad religiosa, que abrirá un "importante debate social".

Otro objetivo inmediato del Gobierno es reforzar el diálogo territorial, tarea del nuevo vicepresidente Manuel Chaves. Para Fernández de la Vega, la meta es que las comunidades autónomas pasen de la reivindicación a la cooperación, y que el espacio legítimo de confrontación democrática "se centre en los parlamentos".