El documento asegura que de los 13,5 millones de toneladas de residuos industriales que produce nuestro país anualmente, 1,7 están considerados como tóxicos y peligrosos.

Asimismo, explica que hay 3 sectores industriales que generan casi un 80 por ciento de la producción de este tipo de desechos: la industria química (30 por ciento), papel y celulosas (25) y transformados metálicos (23).

Respecto a los residuos sólidos urbanos, aseguraque la producción asciende a 11 millones de toneladas por año, de los cuales casi el 40 por ciento corresponden a las provincias del litoral mediterráneo y un 14 por ciento a la zona central de la península.

El 60 por ciento de esas basuras las generan Cataluña, Andalucía, Madrid y la Comunidad Valenciana, que ocupan el 30 por ciento del territorio nacional.

Además, la Secretaría de Estado destaca el impacto que los residuos forestales y agrícolas producen sobre el medio ambiente, sobre todo las inazas y alpechines.

"La actividad agrícola ha supuesto una detención de la sucesión natural de los sistemas naturales", agrega el estudio, que concluye asegurando que la acumulación de matorral que ha ocasionado la sustitución de la ganadería extensiva por la estabulada ha influido en el incremento del número de incendios forestales.

CONTAMINACION

Otro de los problemas que enumera el informe es la contaminación atmosférica, si bien sostiene que las fuentes naturales de emisión de sustancias noivas son más importantes que las antropogénicas, salvo en el caso de los óxidos de azufre, que están dañando algunos espacios forestales sensibles.

Sin embargo, nuestro país importa contaminación atmosférica de dióxido de azufre (unas 280.000 toneladas) procedentes de centroeuropea, pero exporta unas 140.000 toneladas de óxido de nitrógeno.

Las principales fuentes de contaminación atmosférica de origen antropogénico son las instalaciones de combustión para generación de calor y energía eléctrica,los automóviles y los procesos industriales, si bien el mayor responsable de las emisiones de anhídrido sulfuroso a la atmósfera es el sector eléctrico.

En Madrid, las principales fuentes de contaminación son las calderas domésticas y los vehículos; en Bilbao y Barcelona predominan las emisiones de origen industrial, y en las grandes ciudades del Mediterráneo las fuentes móviles son el factor determinante de contaminación urbana.

Según el documento gubernamental, en España el deterioro de los monmentos históricos está adquiriendo importancia desde hace veinte años, debido fundamentalmente al aumento del parque automovilístico y sus emisiones.

El efecto negativo que ocasiona el dióxido de carbono no escapa al análisis, ya que el Ejecutivo recuerda que el Plan Energético Nacional prevé la sustitución de centrales térmicas de carbón por otras de gas, para reducir la presencia de este contaminante en la atmósfera.

TECNOLOGIA OBSOLETA

No obstante, el texto es especialmente duro con las indutrias españolas, puesto que destaca "la obsolencia de la mayoría de los procesos tecnológicos".

En el ámbito de los recursos hidráulicos, el estudio afirma que el principal déficit ante el futuro lo presentan las cuencas del Pirineo oriental, Júcar, Segura y Guadalquivir.

Establece, asimismo, que en términos generales, la calidad de las aguas de las cuencas mediterráneas es inferior a las del resto.

También aborda el problema de las aguas subterráneas, para advertir que las principales fuents de contaminación son los vertidos incontrolados, la aplicación intensiva de fertilizantes y productos fitosanitarios y la sobreexplotación de acuíferos, en especial en zonas costeras.

El informe también hace referencia a la contaminación del mar por el petróleo, ya que señala que España es uno de los países "más particularmente expuestos a este tipo" de problema, puesto que el Estrecho de Gibraltar y las costas de Galicia son zona de paso de buques petroleros.

Pero junto a la gestión de los resduos, la contaminación atmosférica y la calidad de las aguas, el Gobierno muestra su preocupación por los problemas que sufren los recursos del suelo como consecuencia de la erosión y los incendios forestales.

España es una de las naciones europeas donde reviste mayor importancia este fenómeno, ya que más del 18 por ciento de la superficie total (unos 9,2 millones de hectáreas) sufre fenómenos graves de erosión laminar.

Sobre los incendios forestales, destaca el nivel de riesgo que presentan Galiia y las provincias cantábricas, "donde el mapa de causalidad revela una alta proporción de fuegos intencionados".

Finalmente, el informe justifica la crisis que sufre el sector turístico aludiendo a "la ineficiente planificación efectuada en las zonas turísticas", que ha provocado una excesiva concentración de las construcciones hoteleras, la escasa calidad de algunas de ellas y la falta de espacios verdes.