Así lo puso de manifiesto el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien explicó, en la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que el Gabinete había estudiado un informe específico sobre estos incidentes realizado por el departamento de Obras Públicas.

"El Gobiero", dijo Rubalcaba, "reprueba enérgicamente las actuaciones de un grupo de personas que han pretendido, mediante actuaciones ilegales, impedir la construcción de una presa que es absolutamente necesaria y que, además, cuenta con todos los informes mediambientales necesarios para su construcción".

El ministro calificó este tipo de comportamientos de "vandálicos" y "delictivos", y comentó que probablemente los jueces "tendrán mucho que decir en los próximos días".

Anunció que el Ejecutivo trabajaráactivamente para reparar los daños causados en las obras del embalse y que el Ministerio de Obras Públicas se encargará de buscar acuerdos con las administraciones y con las empresas para encontrar empleos temporales a los trabajadores que han resultado perjudicados por estos actos de sabotaje.