Solbes precisó que esa es la "hipótesis de trabajo" que maneja actualmente, aunque precisó que la decisión final corresponde tomarla al Consejo de Ministros en setiembre, antes de remitir el proyecto de Presupuestos al Congreso.

El titular de Economía reconoció que la desviación presupuestaria de este año ascenderá a 1,3 billones de pesetas de los que 700.000 millones responden a la caída de ingresos y el resto al aumento de los gastos.

El objetivo del Ejecutivo es situar el déficit de las administraciones centrales en el 4,5 por ciento, manteniendo el propósito de situar el de todas las administraciones públicas por debajo del 3 por cien para 1996, como establece el Tratado de Maastricht.

Solbes señaló que el Gobierno ha preferido elegir una alternativa política basada en una restricción "selectiva" del gasto público, pero mantenindo los capítulos de inversión, para no agudizar la crisis.

Las medidas "selectivas" para reducir el gasto se basarán en imponer "techos" para el gasto en prestaciones de desempleo, a cuyo fin se incrementará la lucha contra el fraude tanto en el cobro de los seguros como en el pago de las cotizaciones de las empresas.

Además, habrá unidades anti-fraude que coordinarán la actuación de los Ministerios de Economía y de Trabajo, cruzando los datos de que disponen ambos departamentos para no dejar sair a los defraudadores. Otras medidas para sanear las cuentas públicas afectarán a los gastos sanitarios, particularmente los farmacéuticos.

Por lo que se refiere a las reformas estructurales, el Gobierno quiere que la del mercado laboral esté aprobada antes de fin de año, tras su discusión con los interlocutores económicos y sociales.

También llevará adelante los proyectos de Ley de Colegios Profesionales y de Autonomía del Banco de España, un plan de modernización de la Administración Pública ymedidas destinadas a aumentar la competencia y reducir los precios del sector servicios.

LOS VAIVENES DE LA PESETA

Por otra parte, Solbes se mostró convencido de que es necesario reformar el Sistema Monetario Europeo (SME), por entender que "algo no funciona" en un mecanismo que frecuentemente se ve afectado por la inestabilidad de sus monedas.

Agregó que él está entre quienes piensan que, para reducir la inestabilidad, es preciso caminar más aprisa hacia la unión monetaria europea, y no al conrario, y que España no se ha planteado la posibilidad de volver a establecer restricciones a los movimientos de capitales.

No obstante, aseguró que la peseta no atravesó hoy una situación crítica, pero que las dificultades del franco para mantener su paridad con el marco aconsejan que las autoridades monetarias "mantengan algún tipo de contacto, con el fin de empezar el lunes en condiciones, en mi opinión, diferentes, a las que hemos cerrado hoy el mercado".

Agregó que el Gobierno no piensa en sair del SME, porque la situación de la peseta es "relativamente cómoda", y "quien tiene que hablar en este momento es, sobre todo, Francia y Alemania".

Precisó que España cree que "sería muy útil utilizar este fin de semana para que no empecemos el lunes en las mismas circunstancias en que hemos terminado hoy".

En cuanto a la posibilidad de subir los impuestos del tabaco y del alcohol en 1993, señaló que "no hay nada decidido ni nada descartado".