Los ministerios de Sanidad, de Economía y Hacienda y de Administraciones Públicas trabajan conjuntamente en la búsqueda de modelos capaces de frenar el elevado gasto sanitario, tanto en atención como en consumo de medicamentos, algo que trasladarán posteriormente a las comunidades autónomas, que tienen transferida esta competencia.

Por ello, consideran que gran parte del gasto que generan los accidentes de tráfico corre a cargo de las arcas públicas cuando, teóricamente, está asegurado por parte de los conductores con sus respectivas compañías, que deberían correr con todos los gastos en caso de accidente.

Sin embargo, la práctica actual hace que la mayoría de los tratamientos no sean cubiertos y pagados por las aseguradoras y sí por el sistema que, en algunos casos, afronta gastos muy elevados.

De hecho, los servicios de urgencias, los más utilizados por los accidentados, y los de rehabilitación y cuidados posteriores -incluidos quienes se ven obligados a pasar por el Hospital de Tetrapléjicos de Toledo-, son los más costosos y los que generan mayor "agujero" a las arcas públicas, tanto centrales como autonómicas, según las mismas fuentes.

Por si fuera poco, las aseguradoras especializadas en el sector del automóvil acumulan cada vez mayores beneficios y más crecimiento.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Consumo a los que tuvo acceso Servimedia, el coste económico de la siniestralidad vial en España ronda los 14.000 millones de euros al año, en su conjunto.

Además, provoca 5.399 muertos, más de 26.000 heridos graves y 124.000 heridos leves, atendidos en su mayor parte con cargo a la sanidad pública.