Así se refleja en el Programa de Estabilidad 2022-2025 enviado este viernes por el Ejecutivo a la Comisión Europea con sus previsiones de los principales indicadores de la economía española, entre los que destaca un crecimiento del PIB del 4,3% en 2022, frente al 7% previsto anteriormente, así como un 3,5% para 2023; un 2,4% en 2024 y un 1,8% para 2025, de manera que estima que el PIB alcanzará el nivel previo a la pandemia de covid-19 en el primer semestre de 2023.

En el apartado del Programa destinado a la fiscalidad, el Gobierno señala que, tras el aumento de la recaudación en más de un 15% en 2021, en 2022 sea del 7,4%, para continuar con una paulatina ralentización en los próximos ejercicios.

Sobre el efecto de la inflación en este aumento de los ingresos impositivos, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, aseguró este viernes en la presentación del cuadro macroeconómico y la senda de estabilidad que dicho aumento se debe “en un 80%” al crecimiento económico y la creación de empleo y solo en un 20% a la alta inflación, por lo que “es falso que el incremento de la recaudación se deba solo y exclusivamente a la inflación, que solo es responsable de una pequeña parte”.

De esta forma, el Gobierno indica a Bruselas en el documento enviado este viernes que los recursos no financieros de las Administraciones públicas aumentarán a lo largo de estos años de 549.438 millones de euros en el 2022 a 619.039 millones de euros en el 2025.

En cuanto a la evolución de los distintos impuestos, el Ejecutivo español espera que los Impuestos sobre la Renta, Patrimonio y ‘Otros’ presenten una ralentización a lo largo de todo el periodo, presentando una tasa de crecimiento del 5,9%, 5,5% y 4,9% para 2023, 2024 y 2025 respectivamente, alcanzando, al final de la serie los 181.310 millones de euros, frente a los 163.722 millones de euros de 2023.

En la recaudación por el Impuesto de Renta sobre Personas Físicas y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes, el Gobierno espera una ralentización del crecimiento de los ingresos los próximos años, “siguiendo el mismo perfil cíclico de la remuneración de asalariados y del empleo”.

Para el Impuesto de Sociedades, en cambio, espera que experimente un repunte de crecimiento en el 2023, “para luego crecer a tasas dinámicas, pero algo más moderadas”.

Por otro lado, el Programa señala que el comportamiento de los Impuestos sobre la Producción experimentará “un comportamiento prácticamente plano a lo largo de toda la serie”. Asimismo, estima que el IVA ralentizará su crecimiento para los años 2023-2025 en línea con la evolución esperada del gasto en consumo final privado de 2,7%, 1,2% y 1,2%.

Por otra parte, las cotizaciones crecerán a partir de 2023 en un 6,3%, moderando ligeramente esta tendencia en 2024 y 2025, año en el que alcanzarán el 13,9% del PIB.

GASTO

Por su parte, el Gobierno prevé que la ratio gastos/PIB se reduzca “de manera muy progresiva” desde el 50,6% del PIB en 2021 hasta el 44,3% en 2025.

Dentro de este apartado, por un lado, contempla una subida del salario de los empleados públicos en línea con los precios, mientras que para las transferencias sociales cree que alcanzarán el 20,3% del PIB en 2025.

Además, calcula que en 2023 las prestaciones sociales en efectivo se incrementarán un 7,1% y en los siguientes dos años moderarán el aumento hasta el 3,9 y el 3,5%, respectivamente. Durante este periodo espera también que el gasto en desempleo “siga reduciéndose, si bien de forma más moderada, al tiempo que las pensiones aumenten por un triple efecto: el incremento del número de pensionistas, el efecto sustitución y la revalorización de las pensiones conforme a la evolución de los precios”.

En lo que respecta al gasto en intereses, se prevé que esta rúbrica aumente un 8,9% en 2022 pero mantenga su peso relativo en el PIB del 2,2%. Para los siguientes años espera una subida del 5,5% en 2023 para finalmente crecer a tasas más moderadas en 2024 y 2025, del 0,9% y 1,5%, respectivamente, de nuevo con un peso en el PIB estable.

Por su parte, el gasto en subvenciones disminuirá un 0,9% en 2022, hasta el 1,4% del PIB, y en 2023 espera una fuerte corrección a la baja del 17%, estabilidad para 2024 y un ligero crecimiento del 1,7% para 2025, lo que supondrá una progresiva reducción del peso relativo de las subvenciones sobre el PIB hasta el 1% en 2025.