Se cumple así el anuncio realizado la pasada semana por el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien aseguró que con el gasto de casi un billón de pesetas -más de la mitad a cargo de la Administración y las empresas públicas creadas al efecto-, se abordará un plan capaz de garantizar el futuro de la agricultura española.

No obstnte, antes de ser aprobado definitivamente, el PNR debe tener el visto bueno del Consejo Nacional del Agua, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y ser evaluado por el Consejo Económico y Social (CES), por lo que no parece probable que se ponga en marcha hasta el inicio del próximo verano.

La previsión del nuevo plan es crear 239.675 nuevas hectáreas, de las cuales la mayor parte estarán en Castilla y León y Aragón, mientras que se pretende consolidar y mejorar los regadíos en otro millón de hctáreas, de las 3,3 millones que actualmente se riegan en España.

Según Posada, el nuevo plan cuenta con el acuerdo de las comunidades autónomas, asociaciones de regantes y organizaciones agrarias.

SIN CONSENSO

Desde el PSOE, su portavoz en temas de Agricultura, Francisco Amarillo, aseguró que la presentación ahora del PNR es "descaradamente electoralista", ya que "choca" con los 4 años en los que el Gobierno del PP "no ha creado ninguna nueva hectárea regada".

Amarillo criticó además las firmaciones del Ejecutivo de que se trata de un plan consensuado y aseguró que "el consenso no sólo no se ha producido, sino que ni siquiera se ha intentado".

Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) coincidió con los socialistas en apreciar un "tinte electoralista" en la presentación del plan en fechas cercanas a unas elecciones generales.

Para el secretario general de COAG, José Manuel De las Heras, el PP trata ahora de "jugar" con los agricultores españoles a anunciar un plan que ha sido siempre "la eterna promesa incumplida" del Gobierno de José María Aznar.