GOBIERNO Y PP SE REPROCHAN MUTUAMENTE EL USO DE LA INMIGRACIÓN COMO ARMA PARTIDISTA
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El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, y el portavoz de Asuntos Exteriores del Grupo Popular, Gustavo de Arístegui, se reprocharon mutuamente el uso de la inmigración como como arma partidista, en un debate del Fórum Europa sobre política exterior.
Arístegui aseguró que la inmigración ha sido un problema utilizado como "arma de desgaste" del anterior Gobierno y criticó duramente la "política de puertas abiertas" del PSOE porque lo que genera "es probreza y marginalidad y deterioro de las condiciones de vida de quienes ya están aquí."
Abogó por el control efectivo de las fronteras, la lucha implacable contra el tráfico de personas, el establecimiento de políticas de integración y la aplicación depolíticas de gestión de modernas y eficaces de los flujos migratorios.
El portavoz popular criticó al PSOE por no haber dado cauce a la propuesta del anterior gobierno popular de que se incluyan en los tratados comerciales con los países emisores de emigrantes de cláusulas de readmisión.
Bernardino León, por su parte, echó en cara al PP su utilización "demagógica" del problema migratorio y reconoció las criticas socialistas al anterior gobierno de José María Aznar que "no estaba haciendo una política seria y global".
10.000 SUBSAHARIANOS AL AÑO
A su juicio, las cifras revelan que la situación ha mejorado. En los alrededores del año 2000, dijo, las cifras de inmigrantes subsaharianos rondaban los 20.000 al año, mientras que con el Gobierno socialista el número de no excede de los 10.000 anuales.
Además, insistió, el programa de readmisiones no se llegó a aplicar nunca, ni soluciona los problemas de origen, ni el "drama humanitario" de los inmigrantes.
"No es serio que el conjunto de la cooperación que se destinaba a Africa subsahariana era inferior a los 33 millones de euros que se destinaban a un país como Bolivia", dijo el secretario de Estado.
Arístegui aseguró que los procesos de regularización masiva producen "efecto llamada" y "lo que hay que hacer en esos casos es incrementar la vigilancia de las fronteras".
León insistió en que la teoría del "efecto llamada" no está respaldada con datos, y los que tiene la Seguridad Social "demuestran todo lo contario". Además, dijo, "desde el punto de vista de la dignidad de las personas, mantener a los inmigrantes en una situación carente de derechos y de dignidad ¿era algo que un Estado serio y respetuoso con los derechos humanos se puede permitir? Yo creo que no es una alternativa".
(SERVIMEDIA)
23 Mayo 2006
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