En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Fernández de la Vega transmitió "un mensaje del Gobierno a los ciudadanos", dirigido a filas propias y ajenas.

"El tema es lo suficientemente importante como para que todos, desde nuestros ámbitos de responsabilidad, pongamos lo mejor de nosotros mismos", dijo.

"El Gobierno está firmemente decidido a acabar con ETA y, para hacerlo, lo mejor es que haya unidad entre todas las fuerzas políticas democráticas. Es obvio que esa unidad es muy difícil de alcanzar cuando se habla continuamente a través de los medios de comunicación", alertó.

La vicepresidenta recordó que unos y otros "llevamos una semana hablando de terrorismo y es bueno discutir menos, reflexionar más y avanzar juntos".

"Es bueno", añadió, "que tengamos un tiempo de sosiego y de reflexión". No significa un "pacto de silencio", precisó después la vicepresidenta, pero sí una "serenidad" que es, por lo demás, "razonable, lo que se ha hecho siempre, como siempre todos los gobiernos han tenido el apoyo de la oposición en la lucha contra el terrorismo".

En aplicación de ese llamamiento, la vicepresidenta no quiso avanzar posibles movimientos del Gobierno en el futuro, como la convocatoria formal del Pacto Antiterrorista suscrito entre PSOE y PP y de cuya muerte se acusan mutuamente ambos partidos.

Se limitó a reiterar que ese pacto sigue vigente y que el Gobierno "sigue trabajando para que todos hablemos con una sola voz".

En ese intento, garantizó que se empleará "a fondo" el Ejecutivo, "sin descanso". Tampoco quiso valorar declaraciones, como las del ministro José Bono poniendo en duda la credibilidad de Arnaldo Otegi por su relación con secuestros.

En estos días, argumentó, "se han dicho muchas cosas". "Ha llegado el momento de que nos demos un sosiego, de hacer una mayor reflexión para avanzar juntos. Ese es el objetivo, eso es en lo que se va a esforzar el Gobierno".