La solicitud de este programa fue acordada en una reunión mantenida por los secretarios de Estado de Medio Ambiente, Vicente Alberto, y para las Comunidades Europeas, Carlos Westherdorp, con la Comisión de Expertos del Parque Nacional de Doñana.

Vicente Albero suirió también la posibilidad de aplicar las medidas seguidas en las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera, como la reducción de la zona regable y la prohibición de regar en primavera y verano, para evitar la desecación de Doñana.

Albero recalcó también que la competencia sobre la administración de los recursos hídricos de Doñana son de la Administración Central, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Todas las partes se mostraron a favor de compatibilizar la conservación ntegral de Doñana con los intereses y el desarrollo socio económico de su entorno, además de permitir la utilización de este espacio como elemento de expansión y acercamiento a la naturaleza de la población urbana.