España reconoce, en virtud de este acuerdo, la competncia plena y única de la Sede Apostólica y de la Custodía en la conservación y adminsitración de la Obra Pía de los Santos Lugares y reconoce jurídicamente el real patronato.

Su origen se remonta a la Edad Media y fue institucionalizada y situada bajo la figura del real patronato por Carlos III. En la actualidad, se configuraba como "Institución autónoma con personalidad jurídica y patrimonio propios", dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Actualmente, integran el patrimonio inmobiliario d la Obra Pía, además de San Francisco el Grande, en Madrid, diversas propiedades situadas en Israel, Marruecos, Estambul y Jerusalén.

La titularidad de dicho patrimonio inmobiliaria es en muchos casos dudosa porque a lo largo de los siglos la Santa Sede encomendó la "Custodía" de los fondos y la gestión de los bienes a la Orden Franciscana que, además, inscribió en ocasiones los inmuebles a nombre de pesonas físicas, ante el temor de no ser reconocidos por la legislación otomana del derecho de propiedd a confesiones religiosas extranjeras.