Así lo señaló en la rueda de prensa en la que presentó los datos de la balanza comercial española correspondientes al 2023, año en el que el déficit comercial se redujo en más de un 40% gracias a la caída de los precios de los productos energéticos importados.

Méndez señaló que este desvío de los buques comerciales se viene notando desde finales de noviembre y especialmente desde mediados de diciembre. El tránsito por el sur de África obliga a las empresas tanto a un mayor consumo de combustible como a tener primas de seguro más elevadas ya que alarga los viajes entre 14 días a veces y tres semanas.

Sin embargo, recalcó que la situación es distinta a la ocurrida en 2021, cuando el buque de Evergreen bloqueó el mismo Canal de Suez durante varios días, pues actualmente los precios de los fletes se encuentran “muy por debajo” a los que había hace tres años, cuando la economía mundial se recuperaba de la pandemia.

En este sentido, señaló que no hay una falta de contenedores como sí ocurrió durante esos momentos, lo que provocó el alza de precios en un momento donde existía una “asimetría” entre la flota disponible y la demanda que se incrementaba tras los confinamientos.

Además, tampoco coincide este momento con el alza generalizada de los precios de las materias primas “a causa principalmente de factores geopolíticos” y de esa “recuperación muy abrupta” de la demanda.

Méndez aseguró que monitorizan la situación de la mano de las asociaciones del sector textil y automovilístico para “poder advertir disrupciones que se puedan producir en sus cadenas de valor, sobre todo rupturas de stock”.

“En el punto de inflexión del año diciembre de 2023 y enero 2024 los stocks eran suficientes y, por tanto, la situación era de supervisión y de atención, pero no de rotura de stocks”, concluyó.