Cruz señaló que Hacienda todavía no ha decidido si bajará el IVA del automóvil en 1992, pero insistió en que, en caso de dar ese paso, habría también un impuesto complementario sobre la matriculación.

El resultado sería, añadió, que la fiscalidad de los vehículos no se alejaría "sustancialmente" de l actual, razón por la cual restó trascendencia a la decisión que finalmente adopte el Ejecutivo.

Cruz respondió de esta manera a la posibilidad de que el IVA de los automóviles baje el año que viene del 33 al 28 por ciento, como primer paso para adaptarse al tipo normal de este impuesto a partir de 1993, que será del 15 por ciento.

Inicialmente, la supresión del tipo incrementado del IVA del 33 por ciento debería producir un abaratamiento de los automóviles, las embarcaciones y buques de recreo, eterminados aviones y avionetas, joyas, alhajas y piedras preciosas, prendas de vestir suntuarias y la producción, importación y exhibición de películas clasificadas "X".