Belloch respondía así a una preunta en ese sentido del secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos, quién recomendó al Gobierno que aclarase este extremo por su propio interés.

Tras un críptico "no" del ministro a la pregunta del diputado popular, Cascos replicó con un ataque directo y pidió el esclarecimiento rápido de este "caso manifiesto de corrupción".

"Usted", le respondió el ministro, "no se ha leído nunca el Estatuto del Ministerio Fiscal que consagra su autonomía funcional, si se hubiera leído el Estatuto y nodigamos si supiera algo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal comprendería que cuando hay un juez que investiga unos hechos, un fiscal asignado a ese caso y se verifica un proceso penal sobre unos hechos, el Gobierno no es que no pueda, es que no debe dirigir instrucciones, ni siquiera excitar el celo del ministerio fiscal".

Belloch indicó además que Carlos Jiménez Villarejo, recién nombrado jefe de la Fiscalía Anticorrupción por el Consejo de Ministros, aún no ha tomado posesión de su cargo por lo quejuzgó que la pregunta de Cascos "supone una incitación al delito: el de anticipación de funciones públicas. Convendría que leyera también el Código Penal".

La refriega dialéctica entre Belloch y Cascos estuvo trufada de alusiones personales llenas de ironía. El número dos del PP comenzó su pregunta recordando al ministro que es el titular de Justicia e Interior, en funciones de presidente del Gobierno, y no presidente del Gobierno en funciones de ministro de Justicia e Interior, en referencia a la afimación hecha por Belloch ayer.

Por su parte, el responsable de Interior aprovechó para felicitarse por la vuelta de Cascos "a la vida política y parlamentaria. Nada aporta ciertamente a los conocimientos jurídicos", le dijo, "pero ilumina con su potente foco intelectual las zonas oscuras del verdadero pensamiento político del PP del que usted es secretario general".

De este modo, el ministro de Justicia de Interior recordó los días de vacaciones que se tomó el dirigente popular tras la polémica qe desató su afirmación de que el Tribunal Supremo no debería tomar una decisión contraria a la opinión extendida entre los ciudadanos sobre el caso GAL.

Según dijo Belloch, el dirigente popular "tiene una peculiar concepción del Poder Judicial consistente en decir que los jueces y magistrados deben dictar sus sentencias de acuerdo con lo que piense la opinión pública interpretada por su señoría. Esa concepción no tiene nada que ver sobre el Estado de derecho".