En cualquier caso, afirmó que el traslado de los cascos azules españoles no se producirá antes de que expire el plazo dado por la OTAN (la una de la madrugada del lunes) a los sitiadores de Sarajevo para verificar la retirada de la artillería pesada.

Afirmó que el portaeonaves "Principe de Asturias" está "alertado y preparado por si la situación se agravara" y tuviera que procederse a la evacuación de las fuerzas españolas, aunque por el momento "no hayningún indicio" de que eso vaya a suceder.

El ministro aseguró que la comunicación entre las autoridades españolas y el mando de UNPROFOR es constante y por tanto no es necesario precipitarse en la toma de una decisión tan delicada.

A su juicio, "lo importante en este momento es que se respete el alto el fuego en arajevo, porque la retirada de las piezas de artillería se puede ir haciendo poco a poco".

La preocupación principal del Gobierno en este momento "no es si se envían más tropas o no" sino "la situación de nuestros cascos azules en sus emplazamientos actuales. Está claro que el cerco de Mostar tendrá que levantarse igual que en Sarajevo y encontes se necesitará más fuerza y una negociación con los croatas que es a los que les corresponde poner fin al asedio".

García Vargas expresó su apoyo incondiional a las decisiones tomadas por la ONU y juzgó que un eventual bombardeo de las las posiciones serbias por parte de la OTAN es también una "misión humanitaria" equiparable a las que los cascos azules desarrollaban al distribuir alimentos y medicinas.

"Esta sería una operación humanitaria porque no hay una misión más humanitaria que impedir la masacre de una población civil que está machacada por el fuego de los morteros desde hace meses", dijo el ministro.

Si el ataque patrocinado por la OTAN riginara represalias por parte de los serbios los cascos azules españoles "harán lo que haga UNPROFOR y lo que decidan sus jefes militares". Vargas confía que la posición española estará bien representada puesto que el número dos de las fuerzas de Naciones Unidas es un español.

Según explicó, la amenaza serbia de extender la guerra hasta Viena si la OTAN bombardea sus posiciones es "una consigna de consumo interno para elevare la moral de la población servia, muy mermada por el embargo, y no creo que eba interpretarse estrictamente como una provocación hacia fuera".

El ministro de Defensa afirmó que la sociedad española está preparada para asumir y respaldar la acción de sus cascos azules en Bosnia. Bajo su punto de vista, los riesgos de que algún soldado español muera como conscuencia de las acciones de la OTAN "se agravarían algo" pero recordó que "el riesgo que corren los cascos azules es constante desde que se desplazaron a Bosnia".

García Vargas indicó que el Gobierno tratará de explicara la sociedad la decisión que adopte e insisitió en que el haber enviado tropas españolas a la antigua Yugoslavía "entrañaba un riesgo y supone un compromiso de nuestro país para conla comunidad internacional que cuenta con nosotros y queno se puede abandonar cuando surgen dificultades".