Los responsables de Industria aseguraron que la miniacería preista para Sestao por la Corporación de Siderurgia Integral (CSI) es una de las "puntas de lanza" del proyecto y que la delegación española no está dispuesta aceptar su supresión por imposición comunitaria.

Las mismas fuentes señalaron que la negociación de la semana que viene en Bruselas será mucho más dura después de la decisión tomada hoy por el Consejo de Comisarios de la Comunidad de revisar a la baja el denominado "Informe Braun", que recoge una reducción de la capacidad productiva siderúrgica enla CE aún mayor de la que estaba prevista.

Los comisarios europeos han optado por recomendar al Consejo de Ministros que rebajen la capacidad de sus respectivas industrias siderúrgicas en 30 millones de toneladas, para el acero bruto, y otros 19 millones para los productos laminados, y cifra en un 20 por cien el peso que tiene actualmente la industria española en el contexto comunitario.

Si los "doce" aplicaran a rajatabla la recomendación de la Comisión Europea, la CSI tendría que aceptar una reucción de su capacidad de 1,4 millones de toneladas, 100.000 más de las previstas, y situarla en 4,4 millones frente a los 4,5 estimados en su plan industrial, para que las ayudas estatales previstas en el programa financiero de la Corporación sean autorizadas por la CE.

Para lograrlo, la dirección del "holding" siderúrgico sólo tendría dos salidas, o suprimir el proyecto de la acería compacta de Sestao o elevar la destrucción de empleo de unos 9.907 puestos de trabajo a unos 10.500. La recomendación e la Comisión supondrá la desparición de unos 50.000 empleos en el conjunto de la siderurgia comunitaria.

OPCION DE INDUSTRIA

En esa "encrucijada", el Ministerio de Industria ha optado por defender "a capa y espada" el proyecto de la miniacería, ya que se trata de una medida que en condiciones de recuperación del mercado europeo permitiría medidas laborales que no serían posibles si se desmantela tejido industrial.

La respuesta oficial del Gobierno español a la decisión de los comisarios no se izo esperar, ya que el propio responsable de Indutria, Claudio Aranzadi, señaló tras comparecer en el Congreso que las decisiones las toman los doce ministros de Industria y que el informe de los comisarios no deja de ser una recomendación.

Aranzadi insistió en defender el plan español como "óptimo" y señaló que nadie en la Comunidad Europea ha sido capaz de decirle hasta el momento porque se califican las ayudas previstas en el programa de la CSI como "excesivas".

Por su parte, los comisarios euopeos de la Competencia y de Industria indicaron, tras la decisión del comisariado europeo, que la solución al problema de la CSI no puede ser diferente a la que habrá de aplicarse al resto de la industria siderúrgica europea, y que las autoridades españolas no pueden lanzar acusaciones de discrimación, tal y como ha hecho en algunas ocasiones Aranzadi.