Sanz acudió a la Cámara para explicar a todos los grupos políticos las razones que llevaron a su gabinete a solicitar la retirada del texto de colaboración con la CAV, firmado por el anteior Gobierno navarro, y que se estaba tramitando para su aprobación en el Senado.

Todos los partidos parlamentarios criticaron, en mayor o menor medida, la decisión del Ejecutivo regionalista, excepto Unión del Pueblo Navarro (UPN), y subrayaron que la misma se había realizado a expensas del Parlamento foral que, hace varios meses, autorizó por mayoría el acuerdo de colaboración intercomunitario.

En el transcurso de la sesión, Miguel Sanz anunció que su Gobierno elabora un nuevo texto que, en bree, será ofrecido al Gobierno vasco para su estudio y, en su caso, aprobación.

El mismo, según el presidente foral, está sustentado en las relaciones de vecindad de ambas regiones, sus raices comunes y un marco de cooperación en materias en las que estas comunidades tienen competencias e intereses comunes, entre otras cosas.

Frente al órgano permanente que se diseñó para regir el anterior acuerdo, la nueva propuesta habla de una comisión mixta de cooperación y encuentro, compuesta, entre otros órgnos, por una mesa. Esta será presidida por los presidentes de Navarra y la CAV y, tras elaborar las propuestas de actuación, las elevará a los respectivos Ejecutivos que, a la postre, tendrán la última palabra.

Sobre las materias y contenidos concretos del nuevo acuerdo, Miguel Sanz no quiso adelantar nada. Los grupos parlamentarios navarros, tras reiterar sus críticas a la decisión del Gobierno de UPN, mostraron en su mayor parte interés por el nuevo proyecto y demandaron que éste llegue a buen térmio para el desarrollo de las relaciones entre la Comunidad Foral y la Comunidad Autónoma Vasca.