Según informó un portavoz del Instituto Navarro de Bienestar Social, actualmente hay cino niños de edades comprendidas entre los dos y los diez años que esperan una failia que les acoja.

No obstante, el instituto no sólo está interesado en cubrir las necesidades actuales, sino también en crear un banco de familias para, a medio plazo, poder solventar todas las eventualidades.

Por un lado, el niño podrá ser acogido por la familia que mejor se adecúe a él y por otro será entregado a una familia conforme a los deseos de su petición de acogimiento.

Se trata de estancias temporales que pueden ser incluso indefinidas, distintas a los casos de adopción legal de n menor, aunque en alguna ocasión la estancia ha finalizado en adopción.

El Gobierno navarro inició este programa de acogida familiar a finales de 1986, para atender a los menores en dificultad, lejos de la solución que había predominado en las décadas anteriores, el internamiento en grandes centros.

Desdes entonces y hasta el 1 de enero de 1992, han sido acogidos 67 menores en 48 familias. De ellos, el mayor grupo, 42 eran menores de 6 años, 4 eran portadores del virus del SIDA, 2 enfermos crónios y 3 minusválidos (dos físicos y uno psíquico). Actualmente, 18 menores viven en Navarra en familias totalmente ajenas a la propia.

El programa de acogimiento familiar resulta especialmente indicado cuando los menores pertenecen a familias que atraviesan una situación de crisis que podría ser superable en dos años, según explicaron los encargados del proyecto.

También es el recurso idóneo para menores sin familia que encuentran dificultades para ser adoptados por sus condicionamientos biológico o por que cuentan en su historia personal con una infancia de mal trato o abandono que les ha incapacitado para establecer relaciones afectivas.

Según los técnicos que trabajan en este programa, cualquier niño es susceptible de un acogimiento familiar si encuentra una familia adecuada. De ahí el interés del Instituto navarro de bienestar Social de contar con una relación de familias que se ofrecen para acoger a un niño, a la espera de una acogida definitiva.

La estancia puede ser por distintos priodos. Así, algunos niños requieren periodos muy cortos por ausencia mínima de sus padres, bien por hospitalización u otras situaciones urgentes e imprevistas.

Otro tipo de estancia, más largo, pero siempre temporal, es aquella que busca la recuperación de la convivencia familiar y la vuelta del niño a su hogar, por lo que en estos casos se mantienen los contactos del menor con su familia mediante un régimen de visitas.

Finalmente, hay acogimientos por periodos indeterminados y largos cuando se revé que la familia del menor va a tener serias dificultades para hacerse cargo del niño.

En ocasiones, la familia de origen se desvincula por completo del niño, hasta el punto que puede ser considerado abandonado, situación que permitiría a la familia acogedora adoptarlo si fuera su deseo.

En el caso de los niños que padecen enfermedades o minusvalías que dificultan su adopción, el acogimiento familiar se presenta como la mejor solución.

De los 5 niños que actualmente esperan en Navarra unafamilia que les acoja, dos presentan malformaciones físicas y otros dos tienen el síndrome de Down.