EL GOBIERNO DE NAVARRA PONDRA EN MARCHA UN PROGRAMA PARA PREVENIR EL BOCIO ENDEMICO
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El Gobierno de Navarra pondrá en marcha un programa de prevención del bocio endémico, mediante campañas publicitarias y la distribución de sal yodada, según anunció l presidente del Ejecutivo foral, Gabriel Urralburu.
El bocio consiste en una hipertrofia del tiroides que produce un abultamiento en la parte anterior del cuello. Su desarrollo está directamente relacionado con la falta de ingestión de yodo.
Urralburu anunció esta campaña tras recibir al doctor Emilio Moncada, director del departamento de Endocrinología de la Clínica Universitaria de Navarra, quien le presentó un resumen del estudio epidemiológico sobre el bocio endémico en la población escolar avarra, realizado por un grupo de profesionales bajo su dirección.
El estudio demuestra que en Navarra existe una prevalencia del bocio en la población escolar del 13,4 por ciento, porcentaje superior al previsto para una zona no endémica de bocio.
Este hecho está motivado por la insuficiente ingestión de yodo, que en el caso de la comunidad foral está por debajo de los límites mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La población más afectada por la enfermedad es a que habita en la zona húmeda del noroeste, donde el 17,9 por ciento de los niños presentan bocio. Dentro de este área destacan especialmente el valle de Baztán (29,1 por ciento), Doneztebe-Santesteban y Bertizarana (23,3%) y Basaburúa (21,1%). La enfermedad también se manifesta de forma notable en el valle del Roncal (20,5%) y Tierra Estella (15,1%).
Los especialistas observaron que el bocio es más frecuente en las niñas que en los niños, que su frecuencia de aparición aumenta con la edad y que la pblación más afectada es la que menos yodo ingiere.
También se comprobó la clara relación que existe entre el desarrollo del bocio y el consumo de determinadas verduras (coles, berza y nabos) y que los niños que lo padecen son los que consumen menos pescado de mar, que es el que más yodo aporta.
La falta de yodo, además de ser el factor principal que genera el bocio endémico, produce otras enfermedades y trastornos, como anomalías congénitas, subnormalidad, retrasos en el crecimiento, hipotiroidiso o fracaso escolar, según el estudio.
(SERVIMEDIA)
23 Ene 1991